Pablo Herrera, de 42 años, batona un nuevo récord en voley playa al competir en sus sextos Juegos Olímpicos

Pablo Herrera, de 42 años, batona un nuevo récord en voley playa al competir en sus sextos Juegos Olímpicos

En un logro histórico para el deporte español, Pablo Herrera, veterano jugador de voley playa, ha establecido un nuevo récord al competir en sus sextos Juegos Olímpicos a la edad de 42 años. Este destacado atleta ha demostrado una vez más su capacidad y dedicación en la arena internacional, superando las expectativas y marcando un hito en la historia del voley playa. Con esta proeza, Herrera se convierte en uno de los deportistas más longevos y exitosos en la competición olímpica, y su nombre se graba con letras de oro en el libro de los récords.

Pablo Herrera, de 42 años, batirá récord histórico en voley playa en París

Pablo Herrera, el jugador más experimentado de España, está a punto de escribir un nuevo capítulo en la historia del voley playa. En los Juegos Olímpicos de París 2024, el español de 42 años superará las cinco participaciones del brasileño Emanuel Rego y se convertirá en el primer jugador en disputar seis Juegos Olímpicos, todos desde que consiguió con Javier Bosma una de las medallas más celebradas e inesperadas de España en Atenas 2004.

De paso, en el olimpismo español se unirá a Manel Estiarte y Luis Álvarez, otros deportistas con seis Juegos a sus espaldas, el waterpolista entre 1980 y 2000 y el jinete entre 1972 y 1996. Ese selecto grupo lo abandonará en París la piragüista Teresa Portela, en acción desde 2000, que ascenderá a siete y se quedará a una del récord del atleta Jesús Ángel Bragado (8), olímpico entre 1992 y 2021.

Para Herrera, el secreto de su longevidad en el deporte es vivir de lo que le gusta. Hago lo que me gusta y poder vivir de ello es la clave, aclara. Su pareja en el voley playa, Adrián Gavira, seis años más joven que él, ha sido fundamental en su carrera. Tener a alguien como Adrián a mi lado durante 16 años me ha hecho aguantar, nuestro entrenador también ha sido fundamental, haciendo que los viejos sigamos dando nivel, y la familia, mi mujer y mis dos hijos, es prácticamente también parte del equipo, es la parte que hace que pueda dedicarme a esto al 100%, afirma.

Herrera y Gavira tienen un buen rollo que les ha permitido mantenerse unidos durante tantos años. Lo nuestro es como un matrimonio sin amor, sonríe Gavira. Nos mantenemos porque hay buen rollo, esa es la clave. Hay momentos buenos y malos, pero nosotros somos un equipo y podemos estar orgullosos de que, cuando peor nos van las cosas, más nos unimos. Somos dos tíos muy sencillos que nos gusta el voley playa, nos verás riendo y de cachondeo. Las claves son el respeto y la diversión, explica Adrián.

El objetivo de Herrera y Gavira es cerrar el ciclo olímpico desde Atenas 2004. Justo después de Tokio ya pusimos en mente París. Poder cerrar el ciclo olímpico desde Atenas 2004 es un sueño. En Atenas tampoco éramos favoritos con Javier Bosma y dimos la sorpresa. ¿Quién sabe? Venimos jugando muy bien, las lesiones están a un lado y seguimos concentrados al 100% para dar el máximo, dice Herrera.

Con dos oros europeos, uno con Raúl Mesa (2005) y el otro ya con Adrián Gavira (2013), Herrera se encuentra en plena forma para hacer historia en París 2024.