Osasuna mantiene su imparable racha en El Sadar y Las Palmas sufre un desastroso revés
La imbatibilidad del Osasuna en su estadio, El Sadar, sigue intacta tras imponerse al equipo canario Las Palmas en un partido emocionante. La racha ganadora del conjunto navarro alcanza ya cinco partidos consecutivos, lo que supone un récord para la temporada. Por su parte, Las Palmas sufre un desastroso revés que la deja en una delicada situación en la clasificación. La eficacia del Osasuna en ataque y la solidez en defensa fueron clave para el triunfo, que permite a los locales seguir soñando con objetivos más altos en la competición.
Triunfo de Osasuna en El Sadar: Budimir y Aimar Oroz deciden el partido y hunden a Las Palmas en la tabla
Osasuna sigue intratable en El Sadar, donde suma tres victorias y un empate, tras imponerse por 2-1 a un Las Palmas que plantó siempre cara y gozó de buenas ocasiones pero no supo sacar provecho y se hunde en la tabla al no conocer aún la victoria y situarse penúltimo con solo dos puntos.
Un gol de Budimir de penalti en el 38' tuvo la respuesta rápida de Moleiro en el 40', pero en la segunda parte sentenciaron los locales con el tanto de Aimar Oroz en el 60' tras un gran centro de Rubén García.
Osasuna saltó a El Sadar con su once gala con el croata Ante Budimir en punta. Vicente Moreno, técnico del cuadro navarro, apostó por sus mejores hombres con un atacante balcánico que regresaba a la titularidad tras sus molestias en busca del primer tanto del curso, algo que se le resiste en este comienzo liguero. Enfrente, un rival muy necesitado que realizó hasta cuatro cambios respecto a la derrota sufrida contra el Athletic Club: Fabio Silva, Herzog, Álex Muñoz y Essugo. Un equipo revolucionario.
La primera parte fue realmente accidentada para los locales, que dominaron ligeramente aunque gozaron de menos ocasiones de gol ante un rival canario muy bien plantado y que nunca renunció al ataque. En uno de esos centros laterales, Budimir conseguía provocar y cometía penalti Mika Mármol tras un agarrón al croata. El mismo jugador no fallaba ante puerta en el minuto 39 para poner a los locales por delante en el marcador. La mala suerte hizo que Mármol se lesionara en esa jugada y tuviera que abandonar el campo a los pocos minutos.
La alegría duró bien poco tras empatar Moleiro de cabeza en el 42'. Respuesta rápida y eficaz de los visitantes con un gran remate de cabeza de Moleiro al segundo palo. Hasta entonces, el meta Sergio Herrera había sido el protagonista, con unas manos providenciales en el 11' al lograr recortar Fábio Silva dentro del área, pero el golpeo llegó a las manos del arquero rojillo, así como en el 18' al evitar el gol visitante cuando el mediapunta Moleiro, tras una gran contra, se quedaba solo ante el portero, intentaba regatearle pero éste estuvo muy atento. Aún atajó Herrera una tercera gran ocasión en el 20' al detener un disparo de Kirian.
En el 29', hubo gol anulado a Boyomo tras una falta botada por Rubén García que acababa rematando el central rojillo en posición antirreglamentaria. Y en el 32' remató Budimir un balón al larguero en los mejores minutos de Osasuna. La mala noticia para Luis Carrión era que perdía a Mika Mármol y Marvin por lesión.
Siguió la intensidad en la segunda mitad. Gran comienzo del Las Palmas que encontró el gol en el 47' por mediación de Fabio Silva, pero quedó anulado por la posición de McBurnie. Siguió insistiendo los visitantes con otra ocasión de peligro al llegar a línea de fondo Viti y cedió atrás para la llegada de Javi Muñoz en segunda línea. El disparo se marchó por poco. Y quiso sorprender McBurnie con una vaselina pero se marchó muy arriba el balón.
Osasuna nunca se dio por vencido pese a las ocasiones rivales y le llegó el premio en forma de gol en el 60' a cargo de Aimar Oroz, en un gran balón filtrado por Rubén García para Oroz que controló y entró al área para cruzar su disparo con la izquierda.
Raúl García tuvo la sentencia en el 84' cuando el delantero rojillo la mandaba fuera tras una contra muy bien llevada por Osasuna. Se lamentaba el ariete, que pudo cerrar el encuentro.
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