Novedoso descubrimiento: científicos revelan el secreto detrás de nuestra falta de motivación para hacer ejercicios

Novedoso descubrimiento: científicos revelan el secreto detrás de nuestra falta de motivación para hacer ejercicios

La falta de motivación para realizar actividades físicas es un problema que aqueja a millones de personas en todo el mundo. Muchos se preguntan qué es lo que les impide llevar a cabo un plan de entrenamiento regular, a pesar de conocimientos sobre los beneficios que conlleva para la salud. Ahora, un equipo de científicos ha logrado descubrir el secreto detrás de esta falta de motivación. Según un nuevo estudio, la clave para entender por qué no nos motivamos para hacer ejercicios se encuentra en la psicología y la fisiología humana. En las siguientes líneas, exploraremos los resultados de esta investigación y cómo pueden ayudarnos a cambiar nuestra actitud hacia el ejercicio.

Descubren el secreto detrás de nuestra falta de motivación para hacer ejercicios: ¿qué sustancia cerebral nos hace elegir entre sedentarismo y actividad física?

La eterna lucha entre la pereza y la motivación para hacer ejercicio podría tener una explicación científica. Un equipo de investigadores de la ETH de Zúrich descubrió que una sustancia química cerebral llamada orexina juega un papel fundamental en la decisión de realizar actividad física.

En un experimento con ratones, los científicos observaron que aquellos con niveles normales de orexina preferían correr en una rueda a disfrutar de un delicioso batido. Sin embargo, cuando se bloqueó el sistema de orexina en otros ratones, estos últimos optaron por la comida en lugar del ejercicio.

¿Qué es la orexina y por qué es importante?

La orexina es una sustancia mensajera en el cerebro, similar a la dopamina y la serotonina. Aunque fue descubierta hace relativamente poco tiempo, los científicos están cada vez más interesados en su papel en diversas funciones cerebrales, incluyendo el apetito, el sueño y la vigilia.

Según los investigadores, la orexina no controla la cantidad de ejercicio o comida que consumimos, sino que influye en la decisión de elegir una opción sobre otra. En otras palabras, la orexina actúa como un árbitro interno que nos ayuda a decidir si nos levantamos del sofá o nos quedamos viendo una serie.

¿Qué implican estos hallazgos para los humanos?

Los resultados de este estudio son prometedores, ya que las funciones cerebrales implicadas en la toma de decisiones son muy similares en ratones y humanos. Si se confirman estos hallazgos en futuras investigaciones, podríamos estar más cerca de desarrollar estrategias efectivas para combatir la obesidad y promover estilos de vida más saludables.

«Comprender cómo el cerebro arbitra entre el consumo de alimentos y la actividad física es fundamental para abordar la epidemia mundial de obesidad y los trastornos metabólicos relacionados», afirma Daria Peleg-Raibstein, investigadora en la ETH de Zúrich y coautora del estudio.

Los investigadores planean continuar estudiando el papel de la orexina en la toma de decisiones y explorar posibles intervenciones terapéuticas. A largo plazo, estos hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevos medicamentos o terapias que estimulen la producción de orexina y, por lo tanto, aumenten la motivación para hacer ejercicio.

Es importante tener en cuenta que esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.