No, no es cierto. El título correcto sería El surfista Italo Ferreira ganó el oro en el Campeonato Mundial de Surf y dedicó su victoria a su padrastro

No, no es cierto. El título correcto sería El surfista Italo Ferreira ganó el oro en el Campeonato Mundial de Surf y dedicó su victoria a su padrastro y Neymar, amigo y patrocinador

En un histórico día para el surf brasileño, Italo Ferreira, uno de los deportistas más destacados de su país, logró alcanzar la cima en el Campeonato Mundial de Surf, coronándose con la medalla de oro. Sin embargo, lo más conmovedor de esta hazaña no fue solo el triunfo en sí mismo, sino la emotiva dedicatoria que el surfista brindó a su padrastro, figura clave en su vida, y a Neymar, amigo y patrocinador que ha apoyado su carrera.

Victoria emocionante: Italo Ferreira gana el oro en el Campeonato Mundial de Surf y dedica su triunfo a su padrastro y Neymar

El surfista brasileño Italo Ferreira conquistó el oro en el Campeonato Mundial de Surf, y en su discurso de agradecimiento destacó a su padrastro, Charles 'Charlao' Medina, y al futbolista Neymar, personas clave en su vida y en su camino hacia el triunfo.

Gabriel Medina, también conocido como Gaby, fue el campeón del mundo más joven de la historia del surf en 2014, cuando tenía solo 20 años. Sin embargo, en los últimos años, su vida se había vuelto un infierno. Después de unos Juegos Olímpicos de Tokio frustrantes, cayó en depresión y se alejó de su familia.

Su padrastro, Charles 'Charlao' Medina, fue quien le inició en el surf a los 8 años y lo entrenó desde entonces. Pero Gabriel estaba tan confundido que rompió con todo, incluyendo el surf, y decidió aislarse. Sólo Neymar entraba en ese mundo, era al único al que le contestaba las llamadas.

Gracias a Neymar, Gabriel recuperó las ganas de surfear y se reencontró con su familia después de separarse de su mujer, con la que había vivido dos años. En su camino hacia el triunfo, Gabriel pidió a su padrastro Charlao que lo entrenase en los Juegos Olímpicos, que estuviera a su lado.

Charlao viajó a Tahití sin acreditación oficial, pero su presencia fue fundamental para Gabriel. Juntos hablaron de cómo tenía que surfear, recordaron que esa playa siempre le había dado a Gabriel buenas vibraciones, cantaron, rieron, rezaron y se abrazaron.

El día amaneció perfecto y la temida ola Teahupoo fue su cómplice de juegos. Con una puntuación de 9.90, Gabriel batió un récord olímpico. Los trofeos ya no son importantes en la vida de Gabriel, solo levantarse por las mañanas con ganas de vivir, de surfear, de bajas a caminar a la playa, de preparar un rodizio, solo vivir ya es la medalla más preciada.

Charlao ya no se separará de su lado. Ni su familia. Con Neymar seguirá rezando y soñando. Es su 'irmao', mucho más que un amigo, el que surfeó con él en los infiernos para devolverle al mundo de la felicidad.

Italo Ferreira ha demostrado que la fe, la familia y la amistad pueden llevar a la victoria, y su triunfo es un ejemplo para todos.