'No imaginábamos perder esta final, era el momento perfecto'.

'No imaginábamos perder esta final, era el momento perfecto'.

La derrota inesperada en la final del campeonato ha dejado a los jugadores y al cuerpo técnico del equipo en estado de shock. Después de una brillante campaña, en la que demostraron ser uno de los equipos más fuertes de la competencia, la esperanza de ganar el título se esfumó en apenas 90 minutos. No imaginábamos perder esta final, era el momento perfecto , declaró el capitán del equipo en una entrevista posterior al partido, donde no pudo ocultar su frustración y decepción por no haber podido llevarse el título. A continuación, se analizarán los detalles del partido y se buscarán respuestas para entender cómo se llegó a este inesperado resultado.

Emociones al límite: la selección española de waterpolo celebra su primer oro olímpico

Tras colgarse el oro de París, las jugadoras de la selección española de waterpolo mostraron un torrente de emociones donde se mezclaban la alegría, el alivio, la extenuación y el orgullo. Es un sueño, no me lo creo. Son muchos años de mucho esfuerzo, decía Anni Espar, una de las cuatro supervivientes de la primera plata de Londres’12 junto a Maica García, Pili Peña y Laura Ester.

No concebíamos perder esta final, era el momento, agregó Espar. En este ciclo olímpico la selección femenina ha trabajado de un modo algo diferente, añadiendo elementos al equipo como un analista de vídeo o un ‘coach’ mental. Pero, según Espar, la base ha sido la comunicación entre nosotras, estamos más unidas que nunca.

Antes de la final, las jugadoras vieron un vídeo en el que aparecían jugadoras de la ‘primera generación’ olímpica que estuvieron en Londres como Andrea Blas o Lorena Miranda, lo que emocionó especialmente a las veteranas.

En términos similares se pronunciaba Laura Ester, con los ojos enrojecidos. Me he pasado medio partido llorando. Ha sido una travesía muy larga, muy exitosa pero también muy exigente. Ha habido muchos momentos duros pero también otros muy bonitos, decía. Como Anni, significó que hemos venido muy convencidas de nuestro trabajo previo, sentíamos que estábamos muy bien y que era el momento.

Y Maica García expresaba la satisfacción del deber cumplido. Ahora ya lo he ganado todo. Ha sido un camino precioso, todo ha valido la pena, he aprendido, he crecido, he evolucionado, me he adaptado y he tenido un camino envidiable. Me considero una privilegiada.

Paula Leitón es extraoficialmente la presidenta de la Comisión de Festejos para la celebración. Aunque ella lo niega, Pili Peña asegura que es una lianta. Tenía ya preparada una playlist que ha ido sonando en los días previos. Tenemos algunas canciones fetiche. Potra salvaje, Ay Lupita, la nueva de Karol G y luego mucha música española que a mí me tira mucho: El Barrio, Estopa….

Leitón no es sólo la DJ del grupo. Ella forma parte de la generación intermedia del waterpolo femenino español, recuerda cómo empezó todo e intuye lo que vendrá después. Yo vi la plata de Londres desde el sofá de casa con 12 años y la lloré mucho. Y cuatro años después estaba con ellas, con mis ídolas, en los Juegos de Río. Esto irá a más, el futuro que le espera al waterpolo femenino español es brillante porque este oro tendrá un efecto llamada. Para mí también era un sueño estar aquí, soñar es precioso. Que las niñas se atrevan.

Si alguien intentó rehuir los focos, como siempre, fue el seleccionador Miki Oca, que se sacudió de encima cualquier mérito para depositarlo en los hombros de las chicas. Ejemplos: cuando se le preguntó por el hecho de que él y Ángel Andreo, preparador de porteros, sean las únicas personas que han estado en los dos oros capitales del waterpolo, el de Atlanta y el de París, dijo que sólo es casualidad. ¿Saben diferente uno y otro? Si quieres que te diga la verdad, no me acuerdo de Atlanta, eso pasó hace mucho tiempo y no tengo tanta memoria. Pero este oro de París sabe muy bien.

Oca insistió una y otra vez que las que juegan son ellas, el mérito es suyo, es un grupo cohesionado, que ha trabajado muy bien, con muchas ganas y mucho esfuerzo. Y, aunque ya lo he dicho otras veces, insisto: son buenas chicas.