Mia Carol, guía de la atleta paralímpica Elena Congost, revela sus sentimientos de rabia, impotencia y desesperación tras la pérdida de la medalla de

En un dramático giro de eventos, la guía de la atleta paralímpica Elena Congost, Mia Carol, ha abierto su corazón y ha compartido sus sentimientos de rabia, impotencia y desesperación después de la pérdida de la medalla de bronce en el reciente Campeonato Mundial. La emoción y la decepción son palpables en sus palabras, que reflejan la intensidad y la pasión con la que se vive el deporte de alta competencia. A medida que Mia Carol se abre sobre su experiencia, nos permite vislumbrar la dureza y la complejidad que conlleva ser parte de un equipo de élite, y cómo la pérdida de una oportunidad histórica puede afectar a los atletas y sus seres queridos.

Rabia y indignación: Mia Carol revela sus sentimientos tras la pérdida de la medalla de bronce

La imagen dio la vuelta al mundo y a los pocos minutos los comentarios de indignación se sucedieron tras la decisión de los jueces. La atleta Elena Congost, con discapacidad visual, y su guía Mia Carol abrazaban la medalla de bronce en el maratón de los Juegos Paralímpicos de París, pero los jueces los descalificaron porque ella se soltó de la cuerda que los une a diez metros de meta para tratar de ayudarle a él después de que le entraran unos inoportunos calambres.

La injusticia del Campeonato Mundial: un error burocrático que descalificó a Elena Congost

Según el artículo 7.9.5. del reglamento, guía y atleta no pueden soltarse en ningún momento. Mia Carol atiende a MD mientras se recupera en su casa del esfuerzo físico y mental y del cabreo que lleva por la aplicación de la normativa por parte de los jueces.

¿Cómo ha vivido todo lo que ha pasado?

Después del desenlace fatal, justo en el momento en el que nos comunicaron la noticia, sentí un sentimiento de impotencia, de rabia y de indignación. Tenía ganas de quemar coches y lo que hiciera falta. Fue una suma de emociones, en la que también pensamos que lo que teníamos que hacer lo hicimos, si no nos hubieran descalificado lo hubiéramos hecho de fábula. El error en este caso es burocrático, de los jueces. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, y durante el proceso en el que estaba pasando todo recibimos muchas muestras de apoyo incondicional, de los tuyos, de gente cercana, lejana y de que gente que desconoces.

La guía de Elena Congost explica el error que costó la medalla de bronce

La carrera era de medalla de bronce. Nuestra actuación fue espléndida. Hicimos una carrera magnífica. Batimos el récord de Elena (campeona paralímpica en maratón en los Juegos de Río 2016 y plata en 1.500 metros en Londres 2012), de España y el récord del mundo –las tres primeras lo hicieron– y en ningún momento fue un fracaso, al contrario, un éxito.

Te planteas que igual hay que luchar para que nadie vuelva a pasar por una situación como la nuestra y si pasa se solucione de otra forma, sobre todo por lo que representa el tema económico para la propia Elena.

Mia Carol: 'No soy culpable, solo traté de ayudar a Elena en su momento de necesidad'

En un primer momento pensamos que se arreglaría. No nos podían descalificar por nada, ya que no hicimos trampa, pero nos descalificaron y empezó el drama.

¿En qué momento visteis que la medalla de bronce podía peligrar?

Nosotros llegamos a meta y lógicamente lo celebramos. Nos hacen pasar por un pasillo donde nos esperan los medios de comunicación. Un representante de la delegación paralímpica se lleva a Elena y me quedó esperando. Se llevan a Elena para el doping y ella pregunta que por qué le hacen pasar el control si ha sido descalificada.

No debería ser fácil de digerir la noticia.

Cuando nos los dijeron se nos cayó el mundo encima. Primero piensas que es un tema que se arreglará y después te dicen que no hay nada que hacer. Lo único que queríamos es lo que nos correspondía. Nos abrazamos y al instante ya florecen los sentimientos de indignación, rabia, el enfado, las ganas de quemarlo todo y los gritos. Ni ella ni yo asimilamos la noticia.

A mí me dieron calambres y ella dejó la cuerda como un acto reflejo. Yo no noté nada. Fue un segundo. ¿Culpable por tener calambres y porque Elena dejó la cuerda? Ninguno de los dos nos sentimos culpables por lo sucedido. Ella se dio cuenta que había dejado la cuerda a dos metros de la llegada. No nos beneficiamos de esta acción.

Es que detrás hay mucha dedicación y mucha preparación. Casi un año, pero es que ella se jugaba en sustento de unos cuantos años (Elena regresaba a la alta competición en París tras ocho años de ausencia en los que ha sido madre de cuatro hijos) y acababa de demostrar lo que podía hacer y fue una cosa increíble al batir todas las marcas que te decía.

La realidad es que los jueces cumplieron la normativa, ya que el artículo 7.9.5. descalifica a cualquier atleta que suelte la correa antes de meta. Es una normativa absurda. Las normas están bien y deben existir, pero a la hora de aplicarlas hay que entender la normativa. Esta es una norma pensada sobre todo para que el guía no favorezca a su pareja y no le de ventaja.

¿Se siente culpable de lo sucedido?

No, no. A mí me dieron calambres y ella dejó la cuerda como un acto reflejo. Yo no noté nada. Fue un segundo. ¿Culpable por tener calambres y porque Elena dejó la cuerda? Ninguno de los dos nos sentimos culpables por lo sucedido. Ella se dio cuenta que había dejado la cuerda a dos metros de la llegada. No nos beneficiamos de esta acción.

¿Cómo empezó a trabajar de guía junto a Elena?

Tenemos un entrenador común, Roger Esteve, del Club Atlètic Vic. Caso no nos conocíamos. Habíamos intercambiado alguna palabra y vino y un día me dijo que Elena quería volver a ir a unos Mundiales Paralímpicos y que necesitaba hacer una marca mínima y que habían pensando en Sevilla. Mi respuesta fue que si había que ayudar nos poníamos a trabajar. Nos conocimos e hizo la mínima sin problemas. Ella me dijo lo que le tenía que ir indicando y fue una bonita experiencia. Volvimos del Maratón de Sevilla y los dos me hablaron de los Juegos Paralímpicos de París. De entrada, me sorprendió. Teníamos que prepararlo bien. Muy bien. Roger ya la había guiado en distancias más cortas no se habían acabado de entender del todo. Me explicaron los problemas que habían tenido. Vimos vídeos y empezamos a trabajar.

¿Qué cualidades debe reunir un buen guía?

Debe suplir las carencias del atleta. Lo que he aprendido es que ella no me debe notar en ningún momento. Si hace una zancada larga yo también, si gira también, y la sincronización de brazos tiene que ser total y recordar que le tienes que indicar todo ya que ella no ve (Elena solo una visión del 5%).

Ahora se está recuperando todavía del esfuerzo, ¿qué otros retos tiene en mente?

He ido intercalando los retos de Elena con los míos y me conviene descansar. A nivel deportivo tenía pensando ir a los Mundiales de la India (100 kilómetros) a finales de noviembre. Son unas carreras que se medan bien, pero no llegaría a tiempo. Necesito descansar mínimo un mes.

Y, en el futuro, ¿seguirá trabajando con Elena?

Cuando sucedió todo, en un primer momento ella dijo que no iba a seguir corriendo, pero ya ve que debe ir a los próximos Juegos Paralímpicos. Yo le decía que tiene que ir. Nos llevamos 21 años de diferencia. Ella ha visto que trabajando juntos puede ir a más y las marcas lo muestran, que trabajando con un buen guía solo puede ir a más, pero yo con mis 57 (Elena tiene 36) solo puedo ir a menos. La ayudaré en lo que necesite. Ella tiene que continuar y mejorará más. Cada uno debe saber cuál es su sitio.