Marsella se deja llevar por el ritmo de la selección brasileña en un baile animado
En un encuentro que prometía emociones, Marsella se rindió ante el ritmo infeccioso de la selección brasileña, que se impuso en un partido lleno de alegría y pasión. El estadioOrange Vélodrome se convirtió en una gran fiesta cuando los jugadores brasileños tomaron la cancha y comenzaron a bailar al ritmo de la samba, arrastrando consigo a los jugadores locales y a los espectadores. La energía positiva y la alegría contagiosa de los brasileños fueron clave para que Marsella se dejara llevar por el ritmo y se convirtiera en un partido inolvidable.
Brasil invade Marsella con su ritmo y juego en la semifinal de fútbol femenino
Brasil es siempre una fiesta, y en las gradas del Stade Vélodrome de Marsella no fue la excepción. La hinchada brasileña lucía los colores verde y amarillo, lanzaba cánticos alegres y exhibía pancartas provocadoras como Caipirinha is better than sangria hacia las españolas. Pero la fiesta no se limitó a las gradas, también se extendió al terreno de juego.
No hubo tanto jogo bonito como intensidad y dureza en el césped, lo que exasperó los nervios de Cata Coll, la guardameta del Barça, ya en el partido de la fase de grupos. Menos mal que era un jogo bonito. Sólo tengo la Torre de Pisa en la nariz, escribió Cata Coll en su Instagram tras recibir un rodillazo de Lauren que la obligó a usar máscara para proteger la nariz en estos últimos partidos.
La Roja se desespera ante la potencia brasileña
La selección española se desesperaba con la potencia de Ludmila, con las constantes pérdidas de tiempo de la portera Lorena, con el ritmo alto de Portilho y Adriana. La guardameta Cata Coll, apodada Cat woman en estos Juegos de París, demostró que las superheroínas también son terrenales, que los superpoderes a veces fallan, y tuvo un error garrafal nada más empezar el partido que dejó a la Roja muy tocada con el 1-0. Qué injusto es a veces el deporte.
La meta se desesperaba. También sus compañeras cuando no se reconocían en su juego y no encontraban recursos para reaccionar. Montse Tomé sufría como nadie, siempre de pie, con su libreta en mano, sin dejar de dar instrucciones y tomar anotaciones, de no perder de vista ningún detalle para intentar darle la vuelta al marcador.
Brasil muestra su fuerza en el terreno de juego y en las gradas
No obstante, esta vez Brasil se impuso a la libreta de Tomé y Marta, de 38 años, seis veces Balón de Oro y en sus sextos Juegos Olímpicos, tendrá ocasión de sumar el oro a su impecable bagaje si vence en la final a Estados Unidos. Sería un colofón más justo para esta leyenda.
La selección brasileña ha demostrado ser una fuerza a tener en cuenta en el fútbol femenino, y su victoria en la semifinal contra España es un ejemplo de su potencial. Ahora, solo falta un paso para alcanzar la gloria.
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