Maialen logra su cuarta final olímpica consecutiva: un récord de sufrimiento y esfuerzo
La destacada deportista Maialen ha logrado un histórico récord en su carrera olímpica, al clasificarse para su cuarta final consecutiva en los Juegos Olímpicos. Esta hazaña es el resultado de años de intenso entrenamiento, dedicación y sobre todo, esfuerzo y sufrimiento. La tenacidad y perseverancia de Maialen la han llevado a alcanzar este logro, que la coloca en el pántheon de los grandes deportistas. En este sentido, su participación en la final olímpica es un orgullo para su país y un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones de atletas.
Maialen Chourraut, una vez más, a la final olímpica de K1 slalom
La vasca Maialen Chourraut, de 41 años, ha logrado clasificarse para disputar su cuarta final olímpica consecutiva de K1 slalom en el magnífico parque acuático de los JJ.OO. de París. Esto le permitirá intentar sumar una cuarta medalla a su palmarés en sus quintos JJ.OO., después de haber obtenido el bronce en Londres, el oro en Río y la plata en Tokio.
Sin embargo, el camino hacia la final no fue fácil para la vasca. Tuvo que masticar y tragar angustia antes de rubricar su clasificación. Salía en décimo lugar de 22 semifinalistas, y solo 12 tendrían plaza en la gran final. A manga única, sin segundas oportunidades.
La brasileña Satila había completado la bajada limpia justo antes que Maialen, marcando el liderazgo provisional con 102”23. La vasca arrancó lenta y, aunque se encalló en alguna puerta, se apañó para no penalizar. Pero en meta marcó 106”21, solo tercera tras Satila y la neozelandesa Jones.
Esto significaba que, de las 12 que faltaban por salir, al menos cuatro tenían que hacerlo peor que la vasca. Un pequeño milagro. La británica Woods no falló. Sí la china Li, solo faltaban tres pinchazos más. La eslovena Tercelj, pese a penalizar en una puerta, superó a Chourraut también. Favor de la andorrana Doria, que se pasó una puerta. Dos más por fallar, nueve por salir aún.
La checa Mintalova, limpia y rápida. La austriaca Kuhnle acudió al rescate: una puerta tocada, dos segundos de penalización y cuatro centésimas peor que Maialen. Una más y a la final. Siete aún por competir.
La italiana Horn, rápida e impecable. La alemana Funk, campeona olímpica, un tiro pese a tocar una puerta roja. Y la checa Galuskova le hizo a Chourraut el favor de su vida, saltándose la puerta 21, la antepenúltima, y colocando a la vasca en la cuarta final olímpica consecutiva de su carrera.
Da igual que fuera sufriendo y mirando al simultáneo, porque en la final se parte de cero y es a dos mangas. Maialen lo ha vuelto a hacer.
La vasca tendrá ahora la oportunidad de sumar una nueva medalla a su palmarés en la final olímpica de K1 slalom, que se disputará en las próximas horas.
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