Llega Tommy, el hijo del tenista, al circuito profesional
Con gran expectación y emoción, el mundo del tenis se prepara para dar la bienvenida a una nueva figura que promete revolucionar el circuito profesional. Se trata de Tommy, el hijo del legendario tenista que lleva el mismo apellido y que ha decidido seguir los pasos de su padre en la pista. A sus 19 años, Tommy ya ha demostrado un nivel de juego impresionante y una madurez fuera de lo común para su edad. Con un entrenamiento intensivo y una gran pasión por el deporte, este joven jugador tiene todas las condiciones para convertirse en un campeón en el futuro cercano. En las próximas semanas, Tommy debutará en el circuito profesional y todos los ojos estarán puestos en él.
Acompañando a su padre en el éxito, Tomy Carbonell llega al profesionalismo con la Real Sociedad
La Real Sociedad no ha anunciado, de momento, fichajes para su primer equipo, pero sí que está realizando incorporaciones para sus conjuntos de cantera. La última es especialmente mediática y con tirón porque se trata del juvenil Tomy Carbonell, perla procedente del Badalona que se forjó en la cantera del Barcelona.
Tomy es hijo de Tomás Carbonell, tenista barcelonés de cierto prestigio a finales de los ochenta y durante los 90, ganador de dos torneos individuales (Maceió en 1992 y Casablanca en 1995) y 22 en dobles, todos en tierra batida.
Tomy, nacido en 2005, es un mediocentro que, en principio, formará parte de la plantilla de la Real Sociedad C en Segunda División, aunque se entiende que con la puerta del filial abierta. Se caracteriza por su destreza para la distribución de la pelota y por su capacidad táctica y de abordar mucho campo. Es un centrocampista defensivo, aunque no desdeña llegar al área y en la cantera del Barça despuntaba asimismo por sus disparos desde fuera del área.
El año pasado jugó en categoría juvenil y su margen de mejora es amplio. La Real, como es habitual en estos casos, no ha hecho oficial su contratación. Lo ha hecho el propio futbolista en su cuenta de Instagram, con un mensaje corto pero contundente: 'GORA ERREALA??'.
La cláusula de rescisión que se le suele imponer a estas jóvenes promesas que todavía no han jugado ni en el filial es de 30 millones de euros.
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