- Las Liberty de Ionescu conquistan el título de la WNBA y llevan el anillo a Nueva York por primera vez en 50 años
- Nueva York grita de alegría: Las Liberty conquistan el título de la WNBA y llevan el anillo a la Gran Manzana por primera vez en años
- La historia de la WNBA tenía que pertenecer tarde o temprano a Nueva York
Las Liberty de Ionescu conquistan el título de la WNBA y llevan el anillo a Nueva York por primera vez en 50 años
En un momento histórico para el baloncesto femenino en Estados Unidos, las Liberty de Nueva York han logrado conquistar el título de la WNBA después de una emocionante temporada. Lideradas por la talentosa Sabrina Ionescu, las Liberty han puesto fin a una sequía de 50 años sin títulos en la ciudad que nunca duerme. Este logro marca un hito importante en la historia del equipo y es un orgullo para la ciudad de Nueva York, que por fin puede celebrar un campeonato de baloncesto femenino. En las siguientes líneas, te presentamos los detalles de esta gran hazaña y cómo las Liberty lograron llevar el anillo a la Gran Manzana.
Nueva York grita de alegría: Las Liberty conquistan el título de la WNBA y llevan el anillo a la Gran Manzana por primera vez en años
El baloncesto volverá a ser un motivo más para Nueva York para no dormir medio siglo después del segundo y último anillo de los Knicks hasta la fecha (1973). Aunque no en el Madison Square Garden sino en Brooklyn, en el Barclays Center, la Gran Manzana contempló un equipo de basket rascando el cielo 51 años más tarde gracias a las New York Liberty de Breanna Stewart y Sabrina Ionescu.
El conjunto neoyorquino alzó su primer título de la WNBA en un quinto partido contra las Minnesota Lynx (67-62) teñido de agonía y dureza, de drama y de éxtasis turnándose de bando.
Cinco segundos separaron a las Lynx de enfundirse su quinto anillo y coronarse como el mejor equipo de la historia al haber sido el primer con cinco entorchados. Minnesota ganaba 58-60 a falta de cinco segundos, pero Breanna Stewart, en un alarde de doble campeona y MVP, no se dejó llevar por las emociones para convertir dos tiros libres y mandar la contienda a una prórroga de trincheras que apenas vio 9 puntos en cinco minutos.
La historia de la WNBA tenía que pertenecer tarde o temprano a Nueva York
La historia de la WNBA tenía que pertenecer tarde o temprano a Nueva York y las Liberty, el equipo que ganó el primer partido de la historia de la liga hace 30 años. El que había perdido hasta cinco finales -dos en los 90 como los Knicks de Patrick Ewing-, incluyendo la derrota de 2023 ante Las Vegas Aces.
El equipo de la determinada Sabrina Ionescu, la que estuvo a punto de tumbar a Stephen Curry en su apasionante duelo de triples en el último All Star de Indianápolis, la ciudad a la que Caitlin Clark tiene fascinada.
Pero, aunque el fenómeno Clark arrastra la mayor parte de la audiencia, la base y sus agallas son un motivo de peso más para vibrar con la WNBA. No hubo tiro ganador esta vez en su noche más gris, con 5 puntos y un llamativo 1/19 en lanzamientos y un 1/10 en triples. Pero la estadounidense se arremangó como buena líder de casta para aportar desde otras facetas sumando 7 rebotes y 8 asistencias.
Las Liberty llegaron a estar 12 abajo en el segundo cuarto.
“Ser capaz de ver lo que hemos logrado en tan poco tiempo es una locura en la que pensar”, destacó en declaraciones recogidas por la ESPN la jugadora de 26 años, única superviviente del roster de 2020 de las Liberty, que han armado un proyecto ambicioso en los últimos tiempos entre la tiradora, Breanna Stewart y también la MVP de 2021 Jonquel Jones, nombrada MVP de las Finales con 17 puntos.
Stewart, que alcanza su tercer título tras colgarse también el tercer oro olímpico con el Team USA en París, firmó 13 puntos y 15 rebotes.
Si bien Jones había alcanzado el cenit a nivel individual, le faltaba culminar con el anillo tras perder dos finales, una con las Connectitut y las de 2024 con New York.
“Nunca habría soñado con esto. Sabes cuántas veces me lo han negado, se retrasó. Estoy muy feliz de hacerlo aquí”, destacó la interior.
Los 22 puntos de Napheesa Collier y los 21 de Kayla McBride cayeron en saco roto para las Lynx, que llegaron a ganar de 12 en el segundo cuarto y de 7 al descanso (27-34).
Pero el robo de balón de Leonie Fiebich a Bridget Carleton a falta de 7 segundos para dar la estocada final es la viva imagen que ilustra el carácter competitivo de estas irreductibles Liberty, que fueron las que volvieron a poner a Nueva York en la cima del baloncesto en su máxima expresión, un anillo, medio siglo después.
Tras irrumpir en la historia, ahora les toca conquistar el futuro. Teniendo el espíritu y las maneras del mejor tirador de todos los tiempos, Sabrina Ionescu irá a por la dinastía.
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