La velocidad humana: descubriendo el límite de velocidad que puede alcanzar el ser humano en carrera
La física humana ha sido objeto de estudio durante siglos, y uno de los aspectos más fascinantes es la velocidad que pueden alcanzar los seres humanos en carrera. La pregunta que ha intrigado a científicos y deportistas por igual es: ¿cuál es el límite de velocidad que puede alcanzar el ser humano? ¿Es posible superar los récords actuales y alcanzar velocidades aún más altas? En este artículo, exploraremos los últimos descubrimientos científicos y los métodos de entrenamiento más innovadores que nos acercan a descubrir el secreto detrás de la velocidad humana.
Descubriendo el límite de velocidad: ¿cuán rápido puede correr el ser humano?
El reciente espectáculo en los 100 metros lisos de París 2024, con la victoria apretadísima del estadounidense Noah Lyles sobre el jamaicano Kishane Thompson, por tan solo cinco milésimas, y un 9,79 de marca, destacó en una de las finales más espectaculares y ajustadas que se recuerdan. De hecho, del cuarto al octavo clasificado marcaron registros de récord para una final olímpica. El 9,91 de Oblique Seville, último en cruzar la meta, destaca la calidad de la carrera vivida.
Nunca antes, de hecho, los ochos atletas participantes de una final olímpica habían cruzado la meta por debajo de los 10 segundos. Todo ello ha levantado mucho revuelo y ha vuelto a sacar a la palestra una pregunta pertinente e interesante. ¿Cuán rápido puede correr el ser humano? Y otra más específica incluso: ¿cuál es la velocidad máxima, el tope, para el hombre?
La velocidad humana: teoría y realidad
Para responder con hechos, basta remontarse a los tiempos dorados del atletismo con el jamaicano Usain Bolt, que maravilló al mundo en Berlín 2009 marcando el récord del mundo de los 100 metros, un meteórico e inigualable 9,58 que sigue en pie 15 años después. Ese registro permitió a los científicos del deporte establecer la mayor velocidad jamás registrada para un humano en plena carrera. ¡Atención! 44,72 km/h alcanzó el icono del atletismo entre el metro 60 y 80 de su victorioso y recordado esprint.
De media, Bolt registró 37,58 km/h en esa ocasión. Esta es la velocidad máxima jamás registrada por el hombre, y difícilmente habrá ahí fuera alguien que haya llegado a números similares sin que le hayan invitado, después de semejante exhibición, a unirse al tartán olímpico. La cuestión verídica queda así resuelta, pero ¿qué dice la teoría científica?
El tope científico: entre la ciencia ficción y el dopaje
Poco después de la gesta de Bolt, no fueron pocos los científicos que se lanzaron a estudiar su hazaña y a teorizar sobre los límites carnales de la velocidad. En el estudio titulado Los límites biológicos a la velocidad de carrera se imponen desde el suelo hacia arriba, especialistas del Departamento de Fisiología Aplicada y Bienestar de la Universidad Metodista del Sur y el Laboratorio de Rendimiento Locomotor, situado en Dallas, Texas, Estados Unidos, establecieron que los límites humanos concebibles en términos de velocidad punta rondaban los 50 km/h. Todavía hay margen fisiológico para que algún prodigio pueda batir el récord de Bolt.
El cierre de este estudio publicado en 2010 es bastante elocuente sobre las posibilidades de que se superen estas cifras: Debido a que los humanos tienen extremidades de longitud moderada y no pueden galopar, carecen de opciones similares para prolongar los períodos de aplicación de fuerza pie-suelo y alcanzar velocidades de sprint más rápidas en los mínimos de tiempo de contacto existentes. En consecuencia, es probable que las velocidades de carrera humana superiores a 50 km/h estén limitadas al ámbito de la ciencia ficción y, no inconcebiblemente, al dopaje genético.
A nivel teórico, quitando las variables planetarias que lo impiden, un humano podría llegar a alcanzar, según este estudio, una velocidad de 69 km/h. Evidentemente, motivos de peso como la gravedad, la resistencia aérea y otros factores técnicos imposibilitan que se alcance jamás esa cifra desorbitada.
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