La tragedia de Julen destroza el alma del Athletic Club
El mundo del fútbol se viste de luto tras la trágica noticia del fallecimiento de Julen, el joven hincha del Athletic Club que se encontraba desaparecido desde el pasado fin de semana. La comunidad futbolística se ha conmocionado al enterarse de la múltiple fractura craneal que sufrió el pequeño Julen en un trágico accidente mientras estaba en un partido de su equipo favorito. La noticia ha sido como un golpe emocional para los jugadores, cuerpo técnico y aficionados del Athletic Club, que se encuentran consternados y conmocionados por la pérdida de este pequeño seguidor. En momentos como estos, el fútbol se queda en un segundo plano y lo que importa es la vida y la solidaridad hacia la familia y seres queridos de Julen.
Tragedia en San Mamés: Athletic pierde el control y cae ante el Sevilla
La cuarta victoria consecutiva en Liga estuvo al alcance de la mano del Athletic, pero un incidente cambió por completo el rumbo del partido. La expulsión de Julen por parte del árbitro Soto Grande con rigurosidad extrema marcó el inicio del fin para los leones.
Después de la expulsión, el Athletic desapareció y no quiso tocar el balón. La mala suerte hizo el resto. El Sevilla, con solo Lukébakio y Ejuke, mereció el punto.
La expulsión, el punto de inflexión
La escena se asemejaba a aquella famosa frase de Un, dos, tres, responda otra vez de los setenta: Campana y se acabó. En este caso, fue Tarjeta roja y se acabó. El subconsciente de cada uno de los leones pareció gritar eso cuando vieron al árbitro expulsar a Agirrezabala tras un error infantil del meta.
El Athletic se desintegró con uno menos. Desapareció. Al equipo se le fundieron los plomos de manera incomprensible. Se olvidaron de jugar. El grupo al completo solo quería que acabara el choque, como dando por imposible cualquier reacción. Y quedaban diez minutos.
El balón, un lastre para los leones
El balón les sobraba. Y no fue algo físico, no. Ni desgaste de Roma ni flautas. Fue mental. Cuando el Sevilla empató de carambola, ante la atenta mirada de pez de Lekue, que dejó pasar a Ejuke, resulta que los rojiblancos se echaron arriba y contragolpearon con peligro. Vaya, vaya.
Lección aprendida
En la pizarra, la plantilla deberá escribir mil veces que una roja no equivale a tirar el partido. De hecho, si es el rival el que se queda con uno menos, no recuerdo haber asistido a muchas florituras rojiblancas. Asignatura pendiente.
El Athletic debe aprender a reaccionar mejor en situaciones similares y no dejar que una expulsión marque el fin del partido.
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