La ruptura sonora: descubriendo el impacto musical de los Juegos Olímpicos de París

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La ruptura sonora: descubriendo el impacto musical de los Juegos Olímpicos de París

La música ha sido siempre un ingrediente clave en la experiencia olímpica, y los Juegos Olímpicos de París no serán la excepción. Con la elección de la ciudad del amor y la luz como sede de los Juegos Olímpicos de 2024, la música se prepara para desempeñar un papel destacado en la celebración más grande del deporte. Pero, ¿cuál es el verdadero impacto de la música en los Juegos Olímpicos? ¿Cómo influye en la experiencia de los atletas, espectadores y ciudadanos? En este artículo, exploraremos la ruptura sonora que se avecina en los Juegos Olímpicos de París, y descubriremos cómo la música puede cambiar el juego en este gran evento.

El ritmo olímpico: Breaking y Breakdancing llegan a los Juegos Olímpicos de París

El ritmo olímpico: Breaking y Breakdancing llegan a los Juegos Olímpicos de París

Arte, danza urbana, espectáculo. Pero también deporte. Desde el Bronx, hace medio siglo, hasta el ‘hub’ de deportes urbanos y juveniles que comparte en La Concorde junto al skate, el BMX y el Basket 3x3, el Breakdance, o Breaking, como tiene a bien llamarlo el Comité Olímpico Internacional (COI), ha recorrido un largo camino hasta su inclusión en los Juegos, un gesto interpretado inequívocamente como un ‘lifting’ de rejuvenecimiento olímpico, un plan para captar a la audiencia joven y extender el ‘target’ de seguidores de los Juegos.

Hoy se verán los primeros B-Boys y B-Girls en competición. Así les llaman. El breaking convierte en competición puntuada por jueces una evolución del breakdance que combina arte y danza con movimientos acrobáticos. Una escena urbana originaria del Bronx neoyorquino que se anunció como nuevo deporte olímpico para París 2024 hace cuatro años.

Ha llegado a los Juegos, pero en principio no va a quedarse. Los Angeles 2028 no lo ha incluido en su programa. El Breaking se convirtió hace décadas en una forma de expresión artística crecida a la par de la popularidad de ritmos como el hip-hop, relacionada, al menos en Estados Unidos, con comunidades de extracto popular. Años de evolución lo han acabado convirtiendo en una disciplina deportiva reconocida internacionalmente.

Hasta llegar aquí, se ha fortalecido con competiciones asociadas a patrocinadores privados, como el 'Red Bull BC. Pero el momento en el que el COI perdió el miedo a su rupturista apuesta fue cuando debutó, a modo de experimento, en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires en 2018. Fue tal su éxito que el camino a París estaba ya marcado.

32 B-Boys y B-Girls compiten en los Juegos Olímpicos. Ningún español logró clasificarse para el debut olímpico de esta disciplina.

En París se estrenará bajo un formato de duelos de eliminación directa en grupos de cuatro en un cuadro con 32 breakers, 16 hombres y 16 mujeres, que mostrarán sus habilidades en un escenario circular, acompañados por la música de un DJ y la presentación de un ‘speaker. Entran en la ecuación para determinar la puntuación varios factores: la fuerza, dificultad de las acrobacias y trucos, improvisación y coordinación con la música. Cada participante tiene dos pases de unos 60 segundos ante su oponente.

Un cuadro de jueces de número impar –clave para los desempates- evaluará a los B-Boys y B-Girls en función del sistema desarrollado por la Federación Mundial de Danza (WDSF), que toma como base seis puntos: la técnica y control del cuerpo, el vocabulario, los movimientos, la ejecución, la adaptación de la coreografía al rritmo, denominada ‘musicalidad’, y la originalidad.

El Mundial 2023 de la WDSF en Lovaina (Bélgica) y los Preolímpicos determinaron el elenco que estará en La Concorde. Entre los clasificados, nombres populares de esta escena como el japonés Shigekix, el francés Dany Dann o la estadounidense, y otros con un camino previo lleno de dificultades como la afgana Manizha Talash, integrante del Equipo Olímpico de Refugiados. Hay gente muy joven, como la lituana Nicka (17 años) y también veteranos como la japonesa Ayumi, de 41. España no consiguió clasificar a ningún deportista, aunque el b-boy Xak estuvo cerca de lograrlo. En cada uno de sus nombres está otra singularidad del breaking: es el único deporte de los Juegos en el que no se compite con un nombre y apellido, sino con un apodo.

Antonio Ruiz

Soy Antonio, periodista de El Rincón del Fútbol, un periódico independiente que se especializa en la actualidad deportiva, especialmente en el mundo del fútbol. Me apasiona informar sobre las últimas novedades con la máxima rigurosidad y objetividad, para brindar a nuestros lectores la información más precisa y completa. En cada artículo que escribo, busco ofrecer un análisis profundo y una visión imparcial de los acontecimientos más relevantes en el mundo del deporte rey. ¡Sígueme en El Rincón del Fútbol para mantenerte siempre informado!

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