La rivalidad que supera al combate: Anderson Silva y Chael Sonnen se enfrentan en una batalla más allá del octágono

La rivalidad que supera al combate: Anderson Silva y Chael Sonnen se enfrentan en una batalla más allá del octágono

En el mundo del Artes Marciales Mixtas (MMA), pocas rivalidades han generado tanta expectación y controversia como la que enfrenta a dos de los luchadores más destacados de la historia: Anderson Silva, el legendario brasileño conocido como El Spider, y Chael Sonnen, el estadounidense que se ha convertido en su némesis. Más allá del octágono, donde han protagonizado dos de los combates más emblemáticos de la Ultimate Fighting Championship (UFC), se ha desatado una guerra de palabras que ha escalado a una batalla de egos y personalidades. En este enfrentamiento, la rivalidad va más allá del deporte, convirtiéndose en una lucha por la supremacía y el reconocimiento.

La rivalidad que supera al combate: Anderson Silva y Chael Sonnen se enfrentan en una batalla más allá del octágono

Ni Anderson Silva ni Chael Sonnen necesitan presentación para cualquier persona que sea mínimamente aficionada a las artes marciales mixtas y que haya seguido mínimamente la historia de la UFC. El brasileño es un icono, una leyenda, campeón histórico del peso medio y miembro del Salón de la Fama desde julio del año pasado. Sonnen, por su parte, es sinónimo de polémica. Y eso, en un mundo como el del deporte, puede ir asociado al éxito… o a estar cerca de él.

La historia de odio y desafío entre Anderson Silva y Chael Sonnen

A lo largo de sus carreras en el octágono colisionaron en dos ocasiones, ambas con victoria para The Spider. Pero su rivalidad fue más allá de lo meramente deportivo; la habilidad del estadounidense para calentar los combates y la animadversión que sentía hacia el brasileño cimentó una de las sagas de combates más recordadas de la historia de la UFC.

Si quiere, puede ir a bailar y ser Michael Jackson… Antes de la primera vez que ambos intercambiaron golpes dentro de la jaula, el 7 de agosto de 2010, se puede afirmar que Silva había convertido la división del peso medio en su cortijo. Nadie le podía toser; uno tras otro, fueron pasando y mordiendo el polvo nombres como Rich Franklin, Forrest Griffin y Dan Henderson.

La superioridad con la que el de Sao Paulo ganaba era insultante. De hecho, incluso llegó a dar la sensación que se aburría. Esto lo denunciaron varios expertos por el lenguaje corporal del campeón en la pelea de abril de 2010 contra su compatriota Demian Maia.

De hecho, en ese triunfo, incluso el árbitro de la contienda, Dan Miragliotta, le llamó la atención por estar bailando y evitando el intercambio de golpes. Y precisamente ahí irrumpió Sonnen con la primera lindeza hacia Silva. Si quiere, puede ir a bailar y ser el Michael Jackson de las MMA, apuntó, pero primero tiene que renunciar al cinturón.

El primer golpe lo había lanzado fuera del octágono, pero el luchador de Oregon no se detuvo. Todo lo contrario, intensificó su ofensiva antes del combate, llegando incluso a mofarse de la buena relación de Silva con los hermanos Nogueira.

Con la espalda contra la pared

Sea como sea, en cuanto Bruce Buffer les anunció y arrancó el main event del UFC 117 en Oakland, Silva encontró un nivel de oposición hasta entonces desconocido para él. De hecho, antes que The Spider lograra una victoria por sumisión en el quinto asalto (con un triángulo), Sonnen había conseguido golpearle más veces que en todos sus combates de la historia de la UFC.

El wrestling de élite del norteamericano llevó (y mantuvo) al brasileño al suelo durante buena parte del enfrentamiento.

La resaca del combate terminó con una mancha para el estadounidense, que dio positivo por testosterona, aunque la realidad es que el aura de que Silva era intocable, invencible, una montaña que no se podía escalar había desaparecido. Pero Sonnen quería ser la persona que llegara a esa cumbre en primer lugar.

Sonnen cruza el límite: Le daré una palmadita en el trasero a su mujer El luchador de Oregon admitió haberse inyectado la hormona para ir al límite y recibió una sanción, aunque los miembros de la Comisión Atlética del Estado de California se la redujeron tras una votación que terminó 3-1.

Sonnen, pues, volvía a luchar después de un año y dos meses, pero su fijación con Silva no había hecho más que empezar.

De hecho, en octubre de 2011, el estadounidense cruzó el límite cuando, en una charla donde también estaba Wanderlei Silva (íntimo de Anderson y con quien Sonnen tendría también una rivalidad posteriormente), el estadounidense lanzó un ataque que superó todos los límites de lo aceptable.

Le dices a Anderson Silva que voy a ir a su casa y derribaré su puerta trasera y le daré una palmadita en el trasero a su mujer, y le diré que me haga un filete a punto, tal como a mí me gusta.

Seguirían ofensas a otros miembros de su familia, a luchadores brasileños e incluso contra la población de Brasil.

Silva responde: No podrá salir del octágono por sí solo

Esta fue la gota que colmó el vaso (y la paciencia) de Silva, que respondió también explotando en una rueda de prensa para el recuerdo.

Es un criminal y no merece estar en el octágono. Cuando llegue el momento, le voy a sacar todos los dientes, empezó el paulista, que se iba calentando por momentos.

Voy a hacer que se trague las palabras que ha dicho. Se acabaron las bromas, basta de hablar. Lo que voy a hacer dentro del octágono es algo que va a cambiar la imagen del deporte. Voy a darle una paliza como nunca antes le han dado. Voy a asegurarme de que le rompan todos los dientes, los brazos y las piernas. No podrá salir del octágono por sí solo, remachó.

Seguirían ofensas a otros miembros de su familia, a luchadores brasileños e incluso contra la población de Brasil.

Segundo combate, Silva sale victorioso de nuevo

Con esta tensión y mala sangre se llegó, de nuevo, al evento principal de un PPV de la empresa, en este caso el UFC 148 en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, el 7 de julio de 2012.

Aunque el guion de la lucha se repitió, con Sonnen dominando y llevando a su rival al suelo, Silva no tuvo que esperar al quinto asalto para retener su campeonato. Tras fallar un puñetazo giratorio, Sonnen quedó sentado con la espalda contra la jaula. El brasileño midió y se lanzó con la rodilla contra su rival, al que remató con una serie de puñetazos.

Sería el segundo triunfo y, a la postre, el que zanjaba definitivamente su rivalidad… aunque a juzgar por lo que ocurrió años después, ambos han enterrado el hacha de guerra.

Barbacoa y tatuaje

El epílogo a esta historia personal es simpática, de hecho incluso hasta extremos sorprendentes. Tras la salida de Silva como luchador, The Spider probó suerte en el mundo del boxeo… y en 2022 peleó contra Jake Paul.

En la previa del combate participó Sonnen… y lejos de existir tensión o de sacar trapos sucios, Silva le dijo al estadounidense que nunca viniste a mi casa a comer una barbacoa. El brasileño, sin embargo, bromeó diciendo que tendría que hacerse en Estados Unidos porque en Brasil hay mucha gente que intentaría matarte.

Pero el punto final a la relación entre ambos va incluso más allá en lo surrealista; en noviembre del año pasado, Sonnen mostró una imagen de su brazo derecho… donde luce un tatuaje de Silva.

Sonnen se enteró del estreno de mi serie y decidí invitarlo a mi casa para verla juntos. Lo desafié a que, si se ponía demasiado emocional y lloraba, iba a tener que hacerse un tatuaje con mi rostro en su brazo, dijo Silva.

Soy un hombre de palabra, zanjó Sonnen.