La ración saludable de jamón que puedes disfrutar sin poner en peligro tu salud cardiovascular

La ración saludable de jamón que puedes disfrutar sin poner en peligro tu salud cardiovascular

La relación entre el consumo de jamón y la salud cardiovascular es un tema que ha generado gran interés en la comunidad médica y entre los amantes de esta deliciosa carne curada. A menudo se ha considerado que el consumo de jamón es perjudicial para la salud debido a su alto contenido en grasas saturadas y sodio. Sin embargo, según recientes estudios, es posible disfrutar de este alimento sin poner en peligro la salud cardiovascular, siempre y cuando se consuma en cantidades moderadas y se elija una variedad baja en grasas y sodio. En este artículo, exploraremos la ración saludable de jamón que puedes disfrutar sin preocuparte por tus niveles de colesterol y presión arterial.

El secreto para disfrutar del jamón serrano sin ponerte en peligro cardiovascular

Si eres hipertenso, seguramente tu médico te ha recomendado reducir al máximo el consumo de la sal (cloruro de sodio) y de alimentos ricos en sodio, como el jamón, el queso, los snacks y otros alimentos poco saludables. Sin embargo, un artículo de los Institutos Nacionales de Salud advierte que lejos de lo que sería la principal recomendación y aceptación por parte de las personas con hipertensión, uno de los alimentos que más consumen los hipertensos es el jamón serrano, con 2 gramos de sodio cada 100 gramos.

La porción justa de jamón serrano que puedes comer sin comprometer tu salud cardiovascular

El jamón serrano tiene un alto contenido de sal debido al proceso de curado y salazón que se hace para su conservación, siendo una prueba de fuego para la dieta de los hipertensos. Por tal razón, su consumo debe ser moderado y ocasional en el caso de las personas hipertensas, teniendo en cuenta cuál es la porción justa recomendada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere un consumo moderado de sodio, menor a 5 gramos diarios, para reducir el riesgo de presión arterial alta, manteniendo estable la salud. El sodio tiene un efecto vasoconstrictor y provoca que las paredes de las arterias se contraigan y reduzcan en su espacio interior. Esto hace que aumente la fuerza de la sangre al ser bombeada por el corazón para que pueda fluir mejor, y es ahí cuando puede elevarse la presión arterial y aumenta el riesgo de hipertensión.

Un consumo excesivo de sodio no solo puede generar una presión arterial alta, sino también retención de líquidos en el cuerpo. Por lo tanto, es fundamental cuidarse con la sal y elegir opciones saludables en la dieta.

Según los Institutos Nacionales de Salud, entre los tipos de jamones, el jamón serrano es la opción preferida por los hipertensos. Sin embargo, es rico en proteínas, minerales y vitaminas, pero también ofrece 2.130 mg de sodio, lo que no es saludable para hipertensos.

Por tal razón, los especialistas recomiendan consumir alimentos ricos en sodio de forma moderada y ocasional. En el caso del jamón serrano, sugieren comer solo 30 gramos, lo que equivale a unas tres fetas, siempre y cuando se compense con una dieta baja en sodio el resto del día.

Cómo incorporar el jamón serrano en la dieta

Si eres amante del delicioso sabor del jamón serrano, pero eres hipertenso, puedes incorporarlo solo en porciones pequeñas (20-30 gramos por porción), de forma ocasional, no diariamente, dentro de una dieta equilibrada y baja en sodio.

Además, un pequeño truco para contrarrestar la cantidad de sodio que aporta el jamón serrano, es acompañarlo con abundante agua y alimentos ricos en fibra, que disminuye la presión arterial y los niveles de colesterol malo (LDL). De este modo, esta estrategia es útil para disfrutar del jamón serrano sin comprometer la salud cardiovascular.

Recuerda que esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.