La prometedora generación 2006 de Zubieta ya toca la puerta del primer equipo
En el mundo del fútbol, siempre hay ojos puestos en las nuevas generaciones de talentos que se avecinan. En este sentido, la generación 2006 de Zubieta se perfilaba como una de las más prometedoras en los últimos años. Y ahora, después de varios años de trabajo y esfuerzo, algunos de sus miembros más destacados ya tocan la puerta del primer equipo. La oportunidad de dar el salto a la máxima categoría es un reto emocionante para estos jóvenes jugadores, que han demostrado su valía en las categorías inferiores. ¿Cuáles son las expectativas que rodean a esta generación de oro? ¿Qué podemos esperar de ellos en el futuro?
La factoría de Zubieta produce: Dani Díaz y Jon Martín entrenan con el primer equipo
El tiempo pasa volando en la vida, y también en el fútbol. Sólo hace 17 meses, dos jovencísimas joyas de Zubieta estaban liderando el División de Honor Juvenil de la Real Sociedad. Con 16 años, siendo juveniles de primer año.
Se trata de Dani Díaz y Jon Martín, ambos de la generación del 2006. En abril de 2023, uno de ellos, Díaz, sufrió una grave lesión de rodilla en el derbi ante el Athletic en Lezama. Ligamento cruzado anterior roto. Nueve meses fuera del terreno de juego teniendo solo 16 años y estando en pleno desarrollo del cuerpo, con mucho por evolucionar en el aspecto físico.
Ahora, menos de dos temporadas después, aquel joven que sufrió un grave contratiempo, y su compañero superdotado futbolísticamente, coinciden entrenando con el primer equipo, a las órdenes de Imanol, por primera vez. Una gran noticia para la Real y una demostración más de que la factoría de Zubieta funciona. Estos son de los buenos. Son las grandes esperanzas de la Real en su cantera en las próximas generaciones, junto a Marchal (2007).
Jon Martín ya es algo más conocido porque, a diferencia de Díaz, no ha sufrido graves contratiempos físicos y ha podido evolucionar de manera increíble en poco tiempo. Ya ha debutado en Primera e incluso forma parte de la dinámica del primer equipo. El fichaje de Aguerd le cierra un poco la puerta este curso, pero ya está a las puertas, valga la redundancia.
Díaz, por su parte, es un extremo zurdo, pequeñito, que juega en la derecha. Muchísima calidad con el balón pegado a los pies y una aceleración bestial gracias a un potente tren inferior. Tiene una capacidad innata para driblar a cualquiera. Las características recuerdan a cierto joven sudamericano que aterrizó de niño en Barcelona, salvando las distancias y sin querer compararles en ningún caso.
Se ha recuperado bien de la lesión, sorprendiendo incluso al club por sus resultados físicos en las pruebas posteriores a volver al fútbol el curso pasado con el Juvenil A. Hasta tal punto que han decidido darle ya dorsal del Sanse y el técnico oriotarra, probablemente aconsejado por el club, optó ayer por reclutarle ante la falta de efectivos. Quizá tenga alguna oportunidad más pronto, aunque en su caso el debut apunta a más hacia el próximo curso que a este.
Hay futuro, pero aún queda pulir los diamantes.
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