La nueva forma de encontrar el equilibrio en la vida
En un mundo cada vez más acelerado y estresante, encontrar el equilibrio entre la vida personal y profesional se ha vuelto una tarea casi imposible. Sin embargo, gracias a los avances en la psicología positiva y la neurociencia, ahora contamos con herramientas innovadoras para lograr este objetivo. En este sentido, hemos descubierto una nueva forma de encontrar el equilibrio en la vida, que nos permite disfrutar de una existencia más feliz, saludable y plena. A continuación, te presentamos las claves para alcanzar este estado de armonía y vivir una vida más equilibrada.
El equilibrio de Hansi Flick: un estilo de vida sin obsesiones ni excusas
Hay algo en el Barça de Hansi Flick que cautiva. No es tanto su expresión futbolística, con signos de identidad atractivos, sino su modo desacomplejado de vivir. El entrenador alemán ha animado al equipo a competir con ambición y a aceptar el presente sin traumas.
En un universo barcelonista educado en perseguir los mínimos detalles para acercarse a aquellos ideales que han representado felizmente una personalidad futbolística con denominación de origen, un sentimiento irrenunciable de algunas generaciones, Flick nos está enseñando a transitar con más naturalidad.
Sin obsesiones, ni coartadas que justifiquen las frustraciones, ni excusas que nos alejen de la realidad, aceptando las imperfecciones, pagando los peajes intrínsecos a las decisiones elegidas. Por eso, insiste a los jugadores que no pierdan la concentración con protestas a los árbitros, que enfoquen sus energías en lo que pueden controlar.
Así también intenta combatir el efecto contagioso de desánimo inevitable tras cada golpe que está recibiendo el vestuario en forma de lesiones. Una cosa es apoyar al compañero afectado y otra muy diferente olvidar que lamentablemente son accidentes que forman parte del oficio, cada vez más castigado por los intereses de un calendario cargado de competición.
Flick no negocia sus convicciones, a pesar de ser consciente de sus limitaciones. Se siente orgulloso de los granos y las cicatrices de su equipo porque sabe que forman parte de lo que es. Claro que los intentará disimular y minimizar con trabajo, pero prefiere valorar y potenciar las virtudes que también reconoce con autoestima.
Si avanza las líneas para el buen ejercicio de la presión, integra los problemas a la espalda de la defensa como lógicos. Si los que tienen menos minutos o los más jóvenes se pueden equivocar más, eso forma parte de su evolución para que en el futuro lo hagan menos. Si entiende que debe dar descansos, no duda más allá de que tenga las soluciones ideales.
Su mirada larga aleja los miedos y refuerza la confianza. Disfruta el viaje con orgullo sin pensar en el destino final, siempre incontrolable.
La revolución italiana
Ya hace años que el fútbol italiano ha vivido un cambio. La Serie A ha transformado los tópicos de ‘catenaccio’ o ‘gol partita’ (quien marca, gana) en otro espíritu y ha dejado atrás la dictadura de la Juventus, superior incluso a la del PSG en Francia o el Bayern en Alemania.
Sin embargo, si vamos al juego, ha sido de las Ligas europeas más goleadoras en las últimas campañas. Si vamos al campeonato, es el más incierto de las Ligas grandes. Tras el récord de nueve ‘scudettos’ seguidos de la Juve, entre Inter, Milan y Nápoles se han repartido los últimos cuatro.
No es casualidad que ahora tras cinco jornadas, el Torino sea líder o que Udinese y Empoli, acostumbrados a luchar por la permanencia, estén entre los cinco primeros. Esto cambiará, seguro, pero es una buena foto de un campeonato infravalorado.
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