La moto italiana con nombre de circuito español, Jarama, un naked deportivo tricilíndrico que despliega un rugido feroz, pero nunca llegó a ser una Jo

En el mundo de las motocicletas, existen modelos que, a pesar de su potencial, no logran alcanzar la fama que merecen. Tal es el caso de la Jarama, una moto italiana que lleva el nombre de un famoso circuito español. Esta naked deportiva, equipada con un motor tricilíndrico, prometía mucho al momento de su lanzamiento. Su rugido feroz y su diseño agresivo la hacían parecer una máquina capaz de rivalizar con las mejores del mercado. Sin embargo, a pesar de sus características impresionantes, la Jarama nunca logró alcanzar el estatus de una Jota, considerada como la referencia en motocicletas italianas. En este artículo, exploraremos la historia de esta moto tan prometedora, pero que nunca llegó a cumplir con las expectativas.

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La moto italiana que rugía con nombre español: Laverda Jarama, un naked deportivo tricilíndrico sin igual

Si existe una marca deportiva para hombres duros, esta no es otra que Laverda, y es que estas motos italianas son unas efectivas deportivas, a las que hay que llevar con mano firme, como esta desconocida Jarama.

La marca de Breganze siempre ha sido una de las firmas de motos más respetadas en nuestro país, y es que, en los setenta, a falta de pluricilíndricas niponas, la alternativa eran las Benelli y Laverda. Estas dos marcas eran las únicas que podían ofrecer motos dotadas de motores de cuatro y tres cilindros respectivamente. Ya estábamos hartos de motores de uno y dos cilindros; queríamos motores que aullasen como las de las motos japonesas.

Una moto de lujo con motor tricilíndrico

Una moto de lujo con motor tricilíndrico

La Laverda 1000 3C -que significa tres cilindros- se puso a la venta en 1973 y fue la primera superbike italiana pluricilíndrica, y como tal en nuestro mercado era considerada una moto de lujo. La Benelli Sei 750 se puso a la venta un año más tarde. Laverda, hasta este momento, solo había vendido motos bicilíndricas y alguna monocilíndrica de enduro de 2T.

Su tosco y potente motor tricilíndrico en línea transversal –4T, aire, 6V, DOHC– de 981 c.c. entregaba 78 CV, respetable entonces, para mover un peso en seco de 214 kg –con depósito de 20 litros–. La instrumentación estaba formada por dos esferas analógicas.

Su embrague era de piedra” y el tacto de su cambio era duro pero preciso, y a partir de solo 2.500 vueltas el motor ya empujaba con fuerza. En la parte ciclo su chasis doble cuna de acero trabajaba sobre una horquilla y un par de amortiguadores de tarado deportivo, con llantas de radios de 19 y 18”, y para frenar tenía tambores, que en la siguiente versión ya fueron reemplazados por un doble disco de freno delantero de 280 mm con pinzas Brembo P2 F05/F09, con anclaje axial, y otro trasero.

Una naked deportiva pura

El motor tricilíndrico tenía menos prestaciones que el de una 1000 Jota. Para dejar las cosas claras montaba un par de deportivos semimanillares; no era una turística sino una deportiva pura, eso sí, sin carenado. En la parte delantera solo se hallaba un gran faro circular, sin viseras, y un par de relojes analógicos Nippon Denso para tacómetro y velocímetro. Y el asiento de dos plazas tenía el espumado justo.

La bestia fue evolucionando y recibió nueva estética y llantas de aleación hacia 1977, aunque básicamente seguía siendo la misma naked deportiva, y en 1978 apareció la versión CL, algo más suavizada de carácter, aunque su motor seguía conservando el cigüeñal calado a 180º que le confería ese gutural y poderoso sonido, único.

Una versión para el mercado americano

La Laverda 1000 Jarama fue destinada al mercado americano. Y así es como en 1978 llegó la versión Jarama, que era básicamente una Laverda 1000 3CL destinada al mercado americano. Recibió cambios para adaptarse al mercado yanqui, como palanca de cambios en la izquierda, reflectantes naranja, un silencioso de escape más tapado y un manillar más plano, menos deportivo.

Con todos estos cambios, como difería bastante de la 3CL recibió un nuevo apellido, Jarama, que evocaba al apellido Jota del modelo más importante de Laverda, aunque no se le acercaba, ni de lejos, en prestaciones.

Porf desgracia la Laverda 1000 Jarama no fue nada popular y las ventas en los States fueron mal, hasta el punto de que tuvieron que retirar todas las que quedaban –muchas- de los concesionarios americanos y venderlas en el Reino Unido.

Como tampoco se vendían bien el importador británico decidió aplicarles algunos cambios mecánicos, incorporando componentes de la gloriosa Laverda 1000 Jota, lo que mejoró sus prestaciones. Estos modelos conservaron su denominación Jarama, pero como eran un híbrido de Laverda Jota recibieron el jocoso apodo de “Jarotas”.

Si la Laverda 1000 Jota, también de apellido español -más bien maño- fue todo un éxito y la moto más preciada de la marca –incluso actualmente-, la Laverda Jarama de apellido madrileño nunca tuvo éxito y fue una más del montón.

Miguel Torres

Soy Miguel, periodista de la página web El Rincón del Fútbol, un periódico independiente especializado en actualidad deportiva, especialmente en el mundo del fútbol. Mi pasión por el deporte y mi compromiso con la rigurosa objetividad me impulsan a descubrir las últimas novedades y ofrecer a nuestros lectores información veraz y actualizada. Mi objetivo es informar y entretener a los aficionados, manteniendo siempre la ética periodística y el respeto por la verdad en cada noticia que comparto. ¡Acompáñame en este apasionante viaje por el mundo del fútbol!

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