En el mundo de las artes marciales mixtas, pocos nombres han conmovido a la opinión pública como el de Leon Edwards, un luchador británico que ha logrado sobreponerse a la tragedia familiar y convertirse en una figura destacada en el panorama del UFC. Sin embargo, pocos conocen la dramática historia que ha llevado a este guerrero a alcanzar la cima del éxito. Desde una infancia marcada por la violencia y la pobreza hasta su entrada en el mundo criminógeno, Edwards ha tenido que luchar por su supervivencia en más de una ocasión. A continuación, te invitamos a descubrir la emocionante y conmovedora historia de este luchador que ha conquistado corazones y octágonos.
- De la delincuencia a la gloria: la emocionante historia de Leon Edwards, el exlíder de pandillas que conquistó el título de la UFC
- La lucha por la supervivencia de Leon Edwards, desde la tragedia familiar hasta el triunfo en el mundo de las artes marciales mixtas
- La transición del mal al bien: cómo Leon Edwards, exmiembro de pandillas, se convirtió en el campeón de la UFC y superó la tragedia familiar
De la delincuencia a la gloria: la emocionante historia de Leon Edwards, el exlíder de pandillas que conquistó el título de la UFC
En Jamaica, matar era visto como algo normal. Estábamos acostumbrados a ver rondar a la muerte a nuestro alrededor. El país caribeño era un hervidero de asesinatos a finales del siglo XX. Las pandillas reinaban en la nación, y la pobreza que sufría el pueblo contrastaba con el lujo y el glamour de los turistas que cada año visitaban sus costas.
Los ciudadanos, principales víctimas de la corrupción y el despropósito gubernamental del país, tenían que lidiar con altos índices de criminalidad, situados en los 34 homicidios por cada 100.000 habitantes, una cifra récord hasta la fecha. Las casas de chapa, ramas de palmera, alambre y rugoso barro jamaicano eran opacadas por los hoteles que comandaban las playas de la isla, a modo de tupido velo que ocultaba todo lo que aniquilaba por dentro el corazón de la ciudadanía.
La lucha por la supervivencia de Leon Edwards, desde la tragedia familiar hasta el triunfo en el mundo de las artes marciales mixtas
Así era el ambiente en el que crecía Leon Edwards, hasta que la vida trajo un rayo de esperanza a su futuro con solo nueve años. El padre del actual campeón era líder de una banda criminal en Jamaica. Vendedor de droga desde muy joven, obedeció la petición de su mujer y decidió emigrar hacia Birmingham, en un intento de reconstruir una vida mejor y poder olvidar el pasado en el continente europeo.
Sin embargo, los planes de futuro de los Edwards terminaron por ser tan solo meras intenciones, y el progenitor de Rocky terminó de nuevo como líder, esta vez en un continente diferente, de una banda criminal que traficaba con estupefacientes.
Un mundo en el que Leon Edwards era partícipe desde bien temprano. La pobreza también hacía acto de presencia en el entramado familiar, pese a residir en un nuevo continente. La ciudad alimentaba además las conductas del núcleo familiar con su alta tasa de criminalidad, que situaba a Birmingham como una de las localidades con la mayor cifra de asesinatos diarios a principios del siglo XXI.
La transición del mal al bien: cómo Leon Edwards, exmiembro de pandillas, se convirtió en el campeón de la UFC y superó la tragedia familiar
Rocky tenía que convivir con el bullying y la muerte desde bien temprano, y veía cómo compañeros morían asesinados en una parte y otra del mundo, a forma de réplica exacta de lo que sucedía en Jamaica. El actual campeón de la UFC realizaba la transición desde la infancia a la adolescencia entre navajas y libros en su mochila.
La situación en casa cada vez era más grave cuatro años después de su llegada a Reino Unido: el padre del campeón era más importante dentro del crimen organizado y el tráfico de drogas en Birmingham y era el principal objetivo de las bandas principales de la ciudad.
Edwards pasaba más tiempo en las calles y la rutina de la familia no veía más allá de la delincuencia como respuesta a la convulsa situación que vivían en el país desde hacía ya casi un lustro.
Leon Edwards solo tenía 13 años cuando un ruido de teléfono diferente retumbó por toda la casa. Las altas horas de la madrugada alertaron a Cherry, madre del campeón, que corrió alarmada para responder al fijo familiar. Rocky estrujó sus oídos contra su almohada cuando, desde el otro lado del aparato, pronunciaron unas palabras que cambiaron su vida para siempre.
El padre de Rocky había muerto en un tiroteo fulminante a las puertas de un club de noche de la ciudad de Birmingham, producto de su actividad con el narcotráfico y la vida criminal de la ciudad. La familia ahora estaba desamparada, sin una figura paterna, lejos de su país de procedencia.
La imagen del ataúd que sostenía el cuerpo de su padre cambió la manera de ser y el comportamiento del campeón. Edwards protagonizó una transición hacia un adolescente violento, rebelde y lleno de ira, donde seguía al pie de la letra los pasos que dio su padre en Jamaica y que provocaron su muerte al otro lado del charco, en Birmingham.
Fue entonces cuando Cherry, desesperada, obligó a Leon Edwards a probar suerte con los deportes de contacto. El Ultimate Training Centre de Erdington, en Birmingham, tomó forma de chaleco salvavidas para un Rocky sin rumbo, destinado a la muerte y a vagar entre ajustes de cuentas y la venta de narcóticos.
Allí, las artes marciales mixtas y el boxeo eran el pan de cada día. Los valores y aprendizajes que ambas disciplinas aportaban para los atletas perduraban en el tiempo, y su capacidad de salvar el rumbo vital de los pupilos que las practicaban hizo efecto en un jovencísimo Edwards, que también encontró su salvador particular.
Dave Lovell es el padre que Leon Edwards anheló en su adolescencia. Desde muy pronto, el entrenador principal del UTC apadrinó al jamaicano como un hijo más de su familia, miembros con quienes Rocky edificó una muy buena relación al ser de edades similares.
El coach consiguió sacar al peleador de la criminalidad y las pandillas criminales, y edificó a todo un campeón forjado a base de trabajo y esfuerzo. Cuidé de él como si también fuera hijo mío, eso es todo, declara el preparador en una de sus entrevistas junto a Ariel Helwani.
La transición de Leon Edwards desde la delincuencia y el destino final del narcotráfico hasta la consecución del campeonato mundial de peso wélter de la UFC tienen dos acontecimientos bien marcados: la muerte de un padre, y el surgimiento de una figura repleta de esperanza para la familia.
Las artes marciales mixtas consiguieron salvar el destino de un joven repleto de sufrimiento e ira, y transformaron sus aspiraciones en el esfuerzo y dedicación que han originado el fenómeno que asola a la división de las 170 libras de la organización a día de hoy. Leon Edwards, el ex gangster del Ultimate Fighting Championship que superó una de las mayores tragedias de la vida del ser humano para llegar al Monte Olimpo de los monarcas de la organización de MMA más grande de la historia.
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