La grasa abdominal: la peor enemiga para nuestro metabolismo, ¿cómo la podemos eliminar?

La grasa abdominal: la peor enemiga para nuestro metabolismo, ¿cómo la podemos eliminar?

La grasa abdominal, también conocida como grasa visceral, es un tipo de tejido adiposo que se encuentra en el abdomen y rodea a los órganos vitales. Esta clase de grasa es considerada la peor enemiga para nuestro metabolismo, ya que puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la enfermedad cardiovascular. Además, la grasa abdominal también se relaciona con un mayor riesgo de cáncer y otros problemas de salud. En este sentido, es fundamental eliminar o reducir significativamente esta grasa para mejorar nuestra salud y bienestar. ¿Cuáles son las estrategias más efectivas para lograrlo?

Desmantelado el mito: la grasa abdominal no es tan fácil de eliminar como parece

Nuestro cuerpo está conformado por distintos tipos de grasas. Cada una de ellas cumple una función importante en el organismo, pero un dato a tener en cuenta es que la grasa se comporta de forma diferente según la parte del cuerpo donde se localiza.

Por esta razón, se dice que la grasa localizada en las piernas, los brazos y el abdomen es de las más difíciles de eliminar. Sobre todo en la zona abdominal, lo cual, más allá de una cuestión estética, es preocupante pues se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

La grasa abdominal: una mezcla de grasa visceral y subcutánea

La grasa localizada en el abdomen está compuesta por grasa visceral o dura (la “que no se ve”) y grasa subcutánea o blanda. La primera rodea los órganos internos y la segunda se encuentra justo debajo de la piel y es la más abundante del cuerpo.

El punto en cuestión es que la grasa dura y la grasa blanda no actúan de igual manera y, como es lógico, a la hora de querer eliminarlas, una cuesta más que la otra.

Qué grasa es más fácil de eliminar

La grasa subcutánea o grasa blanda es la que se encuentra debajo de la piel y representa el porcentaje de grasa más abundante de nuestro cuerpo.

La grasa blanda actúa de manera diferente según la zona dónde se encuentre. En el abdomen, este tipo de grasa se percibe tan solo pellizcando la piel.

Cuidado, porque si bien es la grasa que más fácil se elimina y la menos peligrosa en comparación con la grasa visceral, la grasa blanda del abdomen genera más ácidos grasos, lo que puede aumentar el riesgo de resistencia a la insulina y el desarrollo de enfermedades metabólicas.

La grasa visceral: la más difícil de eliminar

Por lo tanto, hay que cuidarse con los excesos de grasa en todo sentido, porque además, la grasa dura, que es la más difícil de eliminar, se concentra en la parte profunda del abdomen y puede afectar significativamente al hígado, un órgano vital para la función del metabolismo.

Recuerda que un exceso de grasa visceral en el abdomen puede causar problemas graves de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, asma, demencia y cáncer.

Cuál es la zona más difícil de perder grasa

Como se adelantó, la grasa localizada en especial en la barriga es la más difícil de quemar, incluso haciendo ejercicio físico y manteniendo una buena alimentación. Es su naturaleza ser más rebelde y, para colmo, es la “que no se ve”: la grasa visceral.