La escasa eficacia condena a los jugadores de Míchel

La escasa eficacia condena a los jugadores de Míchel

La preocupante racha de resultados del equipo de Míchel ha llevado a la crítica situación en la que se encuentran sus jugadores. La escasa eficacia en el campo ha sido la principal responsable de esta situación, ya que el equipo no ha sido capaz de materializar las oportunidades de gol y ha carecido de la intensidad necesaria para imponerse a sus rivales. Esta serie negativa ha generado una gran presión en el vestuario y ha llevado a la cuestionabilidad del trabajo del técnico. Ahora, los jugadores de Míchel deben reaccionar urgentemente si desean evitar una temporada desastrosa.

Girona pierde efectividad ofensiva y cae en la lucha por el título

El Girona no ha comenzado la temporada con la misma contundencia ofensiva que mostró el curso pasado. Con solo 8 goles en las primeras siete jornadas, los 'blanc-i-vermells' han visto una reducción significativa en su capacidad anotadora, sobre todo si comparamos con las mismas fechas de la campaña anterior, en la que el equipo sumó 18 goles en ese mismo lapso de tiempo, colocándose líder la competición con seis victorias y un empate.

Esta diferencia no pasa desapercibida, especialmente considerando el estilo de juego del equipo, basado en una propuesta ofensiva y de posesión. En el curso pasado, los catalanes acabaron el campeonato con 85 goles, lo que los situó tan solo dos goles por debajo del máximo realizador en la competición, el Real Madrid. La capacidad de generar peligro y materializarlo fue clave en su desempeño, permitiéndoles finalizar en posiciones destacadas.

En contraste, esta temporada ha caído la producción de goles, reflejado también en los resultados. Los ‘gironins’ se han encontrado con más dificultades para romper defensas y, aunque han mantenido su insistencia en el juego de ataque, la falta de efectividad ha sido un factor preocupante.

El estilo de juego de los de Míchel no ha variado significativamente entre ambas temporadas. Sin embargo, la falta de definición en los últimos metros y la menor contundencia de algunos de sus jugadores clave han producido cosquillas.

En algunos encuentros, como el pasado empate sin goles ante el Rayo, se vio claramente la frustración del técnico vallecano, consciente de que su equipo genera, pero no finaliza con la claridad necesaria para marcar la diferencia en la tabla.

La comparación con la temporada anterior pone de manifiesto la necesidad de mejorar en esta faceta. Si bien es pronto para hacer balances definitivos, el margen de mejora es evidente. Para volver a la senda goleadora que caracterizó al Girona en el pasado curso, Míchel deberá trabajar en recuperar esa chispa que, durante el año pasado, les permitía desatascar partidos complicados y generar más de dos goles por encuentro, gozando incluso de múltiples remontadas.