La debutante Casabuena, destacada entre las tres españolas, se queda a la expectativa en el torneo

La debutante Casabuena, destacada entre las tres españolas, se queda a la expectativa en el torneo

La joven tenista española Casabuena ha generado un gran revuelo en el mundo del tenis con su destacada actuación en su primer torneo internacional. A pesar de ser la debutante en este tipo de competiciones, ha demostrado un gran nivel de juego y una gran capacidad de adaptación. Sin embargo, y a pesar de las altas expectativas que se habían generado en torno a ella, no ha logrado alcanzar los objetivos que se esperaban de ella en este torneo. Junto a otras dos tenistas españolas, Casabuena ha tenido que conformarse con un papel secundario en el torneo, quedando a la expectativa de lo que pueda suceder en el futuro.

La gimnasia española cierra los Juegos de París sin medallas, con Casabuena a un escalón de la final

La gimnasia artística femenina española concluyó su participación en los Juegos de París con un resultado desalentador, ocupando los puestos 35º, 36º y 45º con Laura Casabuena, Alba Petisco y Ana Pérez, respectivamente.

Todas ellas lejos de las finales olímpicas, las tres gimnastas españolas no lograron alcanzar su objetivo de clasificar para la final individual de las 24 mejores, aunque Casabuena estuvo a un paso de ser, al menos, reserva gracias a los descartes por la regla de un máximo de dos finalistas por país.

El suelo, considerado el aparato preferido por las españolas, no les brindó los resultados esperados en esta ocasión. Casabuena defendió bien todas sus dificultades con una rutina acompañada de la música Material Girl de Madonna, logrando un puntaje de 13,033. Ana Pérez, con más riesgo y una caída, obtuvo un puntaje de 12,866, mientras que Petisco, que había presentado un ejercicio impecable, se cayó en una recepción y se quedó con un puntaje de 11,800.

Anteriormente, las gimnastas españolas habían iniciado con problemas en la barra. Casabuena se cayó y obtuvo un puntaje de 12,166, mientras que Pérez también se cayó y se quedó fuera de la colchoneta tras su doble mortal atrás de salida, logrando un puntaje de 11,800. Petisco fue la única que aguantó sobre la barra, con dificultad, y obtuvo un puntaje de 12,633.

En salto, cumplieron con sus Yurchenkos con pirueta, un salto para asegurar, y cerraron en asimétricas, ya sin más objetivo que disfrutar de la despedida.

Lágrimas y sabor agridulce

La experiencia olímpica en París concluyó entre lágrimas y con una sensación un poco agridulce, según palabras de Pérez, quien admitió que duele estar trabajando tanto y que se vaya todo en segundos.

En el caso de la sevillana, su fallo en barra nada más empezar la descolocó bastante, dijo. Era algo que no me esperaba, el deportista no entrena para fallar, entrena para que le salga bien y a mí, personalmente, me ha pasado factura, admitió.

Con esa misma sensación de desazosiego se fue su compañera Petisco, con quien compartió vivir sus segundos Juegos Olímpicos, algo que es brutal y siempre quieres vivir y volver a vivir como sea, en su caso con más madurez en los aparatos y con el calor del público tras haber debutado en Tokio 2020.

Los nervios, añadió Casabuena, no dejaron que saliera lo que tenía que salir en su actuación, pero el recuerdo brutal de París 2024, donde ha competido con deportistas de alto nivel como las brasileñas a las que admiran, nadie se lo quita.

Las pupilas de Lucía Guisado dicen adiós a los Juegos el mismo día de su estreno. A la gimnasia artística española solo le queda la baza de Ray Zapata, que volverá a disputar el sábado la final de suelo, con la intención de sumar una segunda medalla tras la plata de Tokio. En la clasificación hizo la tercera mejor nota.