Júlia Salander, activista feminista, cuestiona la idea de una paz mundial, asegurando que aún hay mucho camino por recorrer

Júlia Salander, activista feminista, cuestiona la idea de una paz mundial, asegurando que aún hay mucho camino por recorrer

En un contundente discurso, la reconocida activista feminista Júlia Salander ha generado un intenso debate al cuestionar la viabilidad de una paz mundial en la actualidad. Según Salander, a pesar de los avances logrados en materia de derechos humanos y igualdad de género, la sociedad aún enfrenta profundos desafíos que impiden alcanzar una paz verdadera. La activista sostiene que la discriminación, la victimización y la exclusión siguen siendo obstáculos importantes que deben ser abordados antes de hablar de una paz mundial. En este sentido, Salander destaca la importancia de seguir trabajando en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, donde las mujeres y los grupos marginados tengan un lugar destacado.

Júlia Salander: No hemos llegado demasiado lejos con la paz mundial

Júlia Salander, politóloga, analista de datos y activista feminista en redes sociales, ha publicado recientemente su primer libro, Tu argumentario feminista en datos: 150 razones para combatir el machismo. En él, analiza la situación actual del feminismo a través de datos objetivos que demuestran la desigualdad que las mujeres todavía sufren día a día.

El feminismo es un movimiento que hay que luchar por

En una entrevista con Mundo Deportivo, Salander ha hablado sobre su perspectiva sobre el momento en el que se encuentra actualmente el feminismo: un movimiento que se enfrenta a bulos sobre denuncias falsas, que se está viendo cuestionado por una gran parte de la población a la que le está costando aceptar que debe perder privilegios y que está viendo crecer la polarización y el auge de su reacción contraria: el antifeminismo.

La igualdad de género no se logra con goodwill, se necesita lucha

Según Salander, yo entiendo que perder privilegios es complicado. La activista ha apuntado que si ella misma, como mujer, ha tenido pensamientos machistas, más les cuesta a los hombres desaprender ciertas actitudes misóginas. Sin embargo, ha añadido que si nosotras podemos hacer este ejercicio, ¿por qué no lo hacen ellos? Tal vez no están entendiendo qué es el feminismo, pero es necesario un poco de pensamiento crítico y leer sobre el tema.

Nadie nace feminista

Ante la rigidez de gran parte de la población respecto al feminismo, Salander ha expresado la necesidad de reflexionar y desmontar la mentalidad misógina heredada: Nadie nace feminista. Estamos en una sociedad machista que nos da inputs muy misóginos todo el tiempo. Todas venimos con una trayectoria de pensamientos y actitudes súper misóginas. Empezar a adentrarte en el feminismo implica empezar a deconstruirte.

El dato mata al relato

Según Salander, el análisis de los datos es un gran aliado del feminismo, ya que aportan rigor al discurso y permiten comprender a las mujeres que las cosas que les ocurren no son hechos individuales aislados; es un patrón de conducta. Los datos ayudan a muchas mujeres que, por ejemplo, han sufrido agresiones sexuales, a saber que no están solas.

A nadie le gusta perder privilegios

Con Júlia Salander, también hemos hablado de la convivencia entre un auge del feminismo con el crecimiento también del movimiento contrario: el antifeminismo. Estamos en un momento muy polarizado - explica la activista - Por una parte, principalmente mujeres, nos acercamos al feminismo, leemos, nos deconstruimos, y luego, tenemos a un sector de la población que está avanzando por todo lo opuesto.

Con la cultura del 'zasca', hemos perdido la capacidad de debatir

La activista feminista ha explicado que, hoy en día, los algoritmos hiper personalizados de las redes sociales generan cámaras de eco que premian la polarización: Las redes, sobre todo Twitter, premian la cultura del zasca. Según Salander, los mensajes más extremos son los que reciben más gratificaciones en la red: Se premia con likes a los comentarios más incendiarios, lo que incentiva la cultura del bullying.

El número tiene un riesgo, que es la deshumanización

Según los últimos datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, ya son 1.271 las mujeres asesinadas por violencia de género desde 2003, cuando se empezó a hacer recuento. Sin embargo, Salander explica que banalizamos el número porque es algo que no tiene vida. Los datos tienen un riesgo, que es la deshumanización y que nos quedemos en una mera cifra que dice que eres un número más que suma a estas 1.200 mujeres.

Detrás de cada feminicidio hay un fallo del sistema

Salander apunta que detrás de cada feminicidio hay un sistema que no ha funcionado bien, que no ha podido detectar que había violencia de género. Además, ha lamentado la falta de datos en algunos ámbitos: Por ejemplo, no hay un recuento sobre cuántas mujeres prostituidas hay en España, solo estimaciones, algo que dificulta la visibilización de esta realidad, tal como apunta la activista.

No me gusta nada la palabra 'micromachismo'

Con Salander, también hemos hablado sobre un concepto que, aunque se ha popularizado mucho en los últimos años, tiene una connotación cuestionable, el 'micromachismo': Esta palabra no me gusta nada. Entiendo la intención que tenía al principio: describir un tipo de violencia que está en el día a día y a la que le ponemos la etiqueta 'micro', no porque sea pequeña, sino porque es cotidiana. En un origen, tenía un sentido, pero ahora prefiero decir 'machismo cotidiano', que se entiende mucho mejor.

Que se haya hecho siempre no significa que se haya hecho bien

¿Por qué seguimos dando por hecho que el apellido del hombre va primero? Este es uno de esos machismos cotidianos que, según Salander, arrastramos por tradición: A veces, ni te planteas que esto sea objeto de debate: el apellido del hombre va el primero y punto. Pero ya no por un tema de imposición, si no, porque como se ha hecho así siempre, pues voy a seguir con esto.

Siempre se pone el foco en la víctima

Tal y como se explica en 'Tu argumentario feminista en datos', en el 75% de los asesinatos machistas de 2021 no había denuncia previa. Pero Júlia Salander añade un dato todavía más escalofriante: el 57% de víctimas de agresión sexual no se lo han contado nunca a nadie.

En cualquier delito hay denuncias falsas y nadie está tan alarmado, pero con el feminismo sí

Siempre hay personas que cometen fraude de ley, pero la activista ha lamentado en la entrevista el hecho de que las denuncias falsas por violencia de género resuenen mucho más, igual que pasa con la conocida como 'ley trans'.