Hugo, a la final de la competencia con el agua al cuello

Hugo, a la final de la competencia con el agua al cuello

El tenista Hugo se enfrenta a la prueba más difícil de su carrera en la competencia de tenis de mesa. Tras superar las eliminatorias con un rendimiento destacado, el deportista llega a la final con el objetivo de alzarse con el título. Sin embargo, la situación no es fácil para Hugo, quien se encuentra con el agua al cuello debido a la falta de recursos económicos y la dificultad para encontrar patrocinadores que apoyen su carrera. A pesar de estos obstáculos, Hugo mantiene la motivación y la determinación de triunfar y demostrar que su talento y esfuerzo pueden llevarlo al éxito.

Hugo González de Oliveira llega a la final con el agua al cuello en los JJOO de París

Hugo González de Oliveira disputará el jueves la final de 200 espalda en los JJ.OO. de París. Esa es la buena noticia. La mala es que se clasificó con el agua al cuello, con el octavo y último tiempo, y que las sensaciones no son nada buenas a tenor de lo visto.

El 200 espalda es la prueba donde Hugo tiene todas las credenciales: campeón del mundo vigente desde el pasado febrero en Qatar y segunda mejor marca mundial del año, llegaba como uno de los nombres referenciales en esta distancia. Pero en París en ningún momento se ha sentido del todo cómodo, como ya quedó claro en el 100 espalda (fue sexto), Y tampoco esta vez.

El español disputó la primera semifinal en la calle 3. Pasó el primer 50 en séptimo lugar, el 100 tercero y el 150, quinto. Todo dentro de la normalidad porque él suele dar el hachazo en el último largo, Pero esta vez el hachazo se quedó a medias y sólo le alcanzó para finalizar en tercer lugar, a 56 centésimas del vencedor, el húngaro Hubert Kos, y a 37 del segundo, el alemán Lukas Maertens, campeón del 400 libre aquí en París.

El registro del español, 1’56”52, fue casi dos segundos más lento que el récord nacional que él mismo estableció en Palma de Mallorca hace apenas mes y medio. Si iba a bastar para estar en la final o no, lo iba a decidir el ritmo de la segunda ‘semi’. Y bastó, pero por los pelos.

Desafío para Hugo: clasificado para la final con el octavo tiempo en el espalda

Mucho más rápida y competida, una vez hecho el recuento de tiempos el electrónico escupió el nombre de los clasificados para la final del jueves. Para encontrar a González de Oliveira había que llegar hasta la última línea: octavo. Le salvó la campana porque el noveno, el primero de los eliminados, tocó el sensor de llegada solo tres centésimas después que él.

Esto es cualquier cosa menos un buen presagio. En primer lugar, el mallorquín falla pocas veces en gran competición y verle apurar tanto, como ya le sucedió en el 100 espalda, no es una señal de confianza porque no es coyuntural sino que en París parece estructural. En segundo término, deberá afrontar la final por una de las calles exteriores, lo cual implica que tendrá menos referencias de los rivales. Y por último, hay algún ‘click’ en París que Hugo no ha sido capaz de hacer, y tiene menos de 24 horas para dar con ello porque sus tiempos están muy alejados de sus verdaderas capacidades.

Completando la representación española Jessica Vall, 35 años, puso fin a su trayecto olímpico con una última posición en ‘semis’ de 200 braza y un mal crono. Y la joven Laura Cabanes (18 años) cerró asimismo su semifinal de 200 mariposa con un tiempo irrelevante.