Histeria en una biblioteca de Oslo por Pep Guardiola
La tranquilidad y el silencio que caracterizan a cualquier biblioteca se vieron rotos en una institución de Oslo, Noruega, cuando el entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, se presentó de improviso en el lugar. La noticia ha generado gran histeria entre los usuarios de la biblioteca, que no daban crédito a sus ojos al ver al técnico español paseando entre los estantes de libros. Según testigos, Guardiola se encontraba en la ciudad noruega debido a un compromiso con un patrocinador y decidió aprovechar su estancia para visitar la biblioteca, lugar que siempre ha sido cercano a su corazón. La sorpresiva visita ha generado un gran revuelo en las redes sociales, donde los fanáticos del fútbol y los amantes de la literatura se han unido para hablar sobre este inesperado encuentro.
Pep Guardiola, cazado en una biblioteca de Oslo
El entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, ha decidido aprovechar el parón por selecciones para tomarse unos días de descanso. Sin embargo, su intento de pasar desapercibido en Oslo, capital de Noruega, no ha tenido éxito.
Según la prensa noruega, Guardiola fue visto en una biblioteca de la ciudad, donde intentaba disfrutar de un momento de tranquilidad. Sin embargo, su presencia no pasó desapercida, y pronto se generó un gran revuelo en el lugar.
Un seguidor del City lo descubre
Anders Sörfonden, un seguidor del Manchester City desde los años 80, fue el primero en detectar la presencia del entrenador. Vi a un hombre caminando por aquí y cuando se detuvo en lo alto de la escalera mecánica, señaló al techo. Pensé: '¿No se parece mucho a Pep?', relata Sörfonden en una entrevista con el diario noruego VG.
El seguidor no dudó en acercarse a Guardiola y le dijo: Soy seguidor del City desde los años 80. El entrenador, sorprendido por la situación, respondió con un simple Bien antes de que la biblioteca se llenara de personas que querían hacerse selfies con él.
La histeria en la biblioteca
La presencia de Guardiola en la biblioteca generó un gran revuelo. Mucha gente lo vio y se detenían para pedirle selfies. El seguidor que lo descubrió, Anders Sörfonden, se quedó tan asombrado que no pudo ver adónde iba Guardiola después de bajar las escaleras mecánicas y desaparecer.
El encuentro fue breve, pero intenso. El seguidor tuvo tiempo de decirle a Guardiola lo importante que era para él como seguidor del City desde 1984. La respuesta del entrenador fue breve, pero educada.
La visita de Guardiola a la biblioteca de Oslo es solo un ejemplo de cómo, incluso en momentos de descanso, los entrenadores y jugadores de fútbol son objeto de atención y admiración.
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