Gracias, Natalia

Gracias, Natalia

La historia de Natalia nos conmueve a todos. Su valentía y determinación nos recuerdan que la solidaridad y el altruismo siguen presentes en nuestra sociedad. En un acto de generosidad sin igual, Natalia ha donado una suma considerable a una organización benéfica local, marcando así un precedente en la comunidad. Su gesto ha inspirado a muchos a seguir sus pasos y contribuir al bienestar de quienes más lo necesitan. La gratitud y admiración hacia Natalia se hacen sentir en cada rincón, demostrando que un pequeño gesto puede tener un impacto inmenso en la vida de otros. ¡Gracias, Natalia, por ser un ejemplo de bondad y solidaridad!

Natalia Arroyo se despide de la Real Sociedad dejando un legado imborrable

La vida son ciclos que empiezan y acaban. En la Real Sociedad estábamos acostumbrados a que esas etapas fueran muchas, breves, caóticas, mediocres y con poca mirada de futuro, por desgracia. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el club goza de tal estabilidad y salud que ya nos habíamos olvidado de lo que era cambiar de entrenador. O, como en este caso, de entrenadora. Imanol y Natalia nos tenían malacostumbrados.

En el caso de la catalana, ya hace meses que se podía vislumbrar un final acercándose, tarde o temprano. Las cosas no estaban funcionando tan bien como antes y existían síntomas de desgaste en el juego, más allá de un día a día que no conocemos, ni podemos conocer, igual que en el caso de sus compañeros de la sección masculina. Así las cosas, la catalana y el club deciden separar sus caminos y anunciarlo con antelación y de manera amistosa y cariñosa. Qué menos, para semejante etapa.

Natalia Arroyo ha logrado hacer jugar a la Real como nunca. Con dominancia, superioridad táctica y verticalidad. No había quien dijera en 2021 y 2022 que el fútbol femenino de la Real aburriera. Su manera de hacer, explicar y transmitir provocó, casi por sorpresa dado su bagaje previo, algo nuevo en el club y, en consecuencia, un fútbol que enganchó a mucha más gente.

Eskerrik asko, Natalia. Eres parte de la historia del club y del crecimiento del fútbol femenino guipuzcoano y nacional. Ya te vas por la puerta grande con tus emotivas palabras de despedida hacia el club. Pero aún te queda algo por hacer: obrar un milagro en la Copa.