Este es el puntazo de Alcaraz en Shanghai del que todos hablan: una obra de arte

Este es el puntazo de Alcaraz en Shanghai del que todos hablan: una obra de arte

En el mundial de tenis, hay jugadas que se quedan grabadas en la memoria de los aficionados y Carlos Alcaraz acaba de dejar su huella en el Masters de Shanghai. El joven tenista español ha protagonizado una de las jugadas más increíbles del año, un puntazo que ha dejado con la boca abierta a todos los espectadores y que ya se ha convertido en un vídeo viral. La jugada, que ha sido calificada de obra de arte por los expertos, es un claro ejemplo de la habilidad y la habilidad del jugador español, que sigue sorprendiendo al mundo del tenis con sus proezas.

Alcaraz regresa a su mejor nivel con un puntazo de arte en Shanghai

Carlos Alcaraz ha demostrado ser un jugador en plena forma, habiendo ganado sus últimos diez partidos disputados. Esta racha victoriosa es una señal inequívoca de su estado de forma actual, donde ha recuperado esa chispa que le permite dominar con autoridad a cualquier tipo de rival.

A pesar del cansancio acumulado en el ATP 500 de Pekín, donde disputó una dura final contra el italiano Jannik Sinner, Alcaraz conservó la magia de su tenis tres días después. En su primer partido en el Masters 1000 ATP de Shanghai, derrotó al chino Juncheng Shang con un contundente 6-2 y 6-2, para citarse en tercera ronda con otro rival local, Yibing Wu.

Por el camino, Alcaraz dejó uno de esos puntazos que distinguen su tenis. No solo es un martillo pilón con sus golpes de fondo, sino que también es un jugador con múltiples recursos y una capacidad inventiva que le permite salir airoso en situaciones complicadas. Cuando se siente arrinconado en un punto, echa mano de la improvisación, que acompaña con una ejecución perfecta.

No hay casualidades, sino mucho arte. Alcaraz tiene una vocación por lo imposible, que da alegría a su juego y refuerza su confianza. Y la volvió a liar en su primer partido en Shanghai. Todos hablan del mismo puntazo, una obra de arte, una exaltación de lo diferente.

En el segundo set, dominando a su rival, Alcaraz se fue a la red a volear, pero se quedó a medio camino sorprendido por el globo que había surgido en la defensa de Shang. Vencido, no metió la raqueta, y Alcaraz inició el giro para sprintar hacia el fondo de pista. Al límite, de espalda al rival, con la bola viajando por su lado derecho, pegó un golpe más de squash. Sin referencias, pero convencido de que esa genialidad no era en vano.

Acompañó la bola con un certero golpe y giró la cabeza porque estaba convencido de que seguía en el punto. Así es, se defendió de dos ataques de derecha de Shang, cambió el signo del intercambio, hasta que el chino falló. Éste pidió la toalla para asumir la pérdida de un punto que creía suyo, mientras Alcaraz se llevó el dedo al oído, un gesto ya característico, para acompañar y ensalzar la euforia en la grada.