El valiente ciclista que arriesgó su vida para rescatar a 800 judíos durante la Segunda Guerra Mundial

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El valiente ciclista que arriesgó su vida para rescatar a 800 judíos durante la Segunda Guerra Mundial

En el marco de la Segunda Guerra Mundial, un período marcado por la opresión y el genocidio, surgió una historia de valentía y altruismo que conmovió al mundo. Un ciclista, cuyo nombre se ha grabado en la memoria colectiva, arriesgó su propia vida para rescatar a 800 judíos de las garras del régimen nazi. Esta es la increíble historia de un héroe anónimo que, en un acto de desinteresada solidaridad, cambió el curso de la historia para cientos de personas.

El ciclista que arriesgó su vida para salvar a judíos durante la Segunda Guerra Mundial

Conocido como 'Il Ginettaccio', Gino Bartali pasará a la historia como un antihéroe que nunca buscó la fama de sus hazañas más allá de las estrictamente deportivas. Los amantes del ciclismo recordarán sus triunfos en la Grande Bucle o en el Giro, pero los familiares de los judíos que pudieron huir de las garras de los nazis le estarán por siempre agradecidos.

Orígenes en el ciclismo

Orígenes en el ciclismo

El padre de Gino encontró un trabajo para él en un taller de bicicletas y el dueño, encantado por el magnífico trabajo que realizaba, le regaló una y le animó a practicar el deporte de las dos ruedas. Gino se convirtió en un excelente escalador. Su hermano Giulio también se aficionó y juntos formaban parte del equipo SS Aquila. Soñaban en competir en las grandes carreras repartiéndose las victorias.

Un fatal accidente casi provoca que Gino abandone el ciclismo: dos días después de ganar el primer Giro de Italia en 1936, su hermano fue atropellado por un coche. Aunque pensó en dejar el ciclismo, su novia y después esposa Adriana le convenció para que siguiera.

La etapa profesional

La etapa profesional de Gino Bartali abarcó 19 años (1935-1954) en los que cosechó dos Tour de Francia (1938, 1948) y tres Giro de Italia (1936, 1937 y 1947). Hasta la fecha es el único ciclista que ha conseguido vencer dos grandes citas del ciclismo con una diferencia de 10 años.

Fue pionero en utilizar el cambio de marchas, del fabricante italiano Campagnolo. Las bicicletas incorporaban un sistema de dos piñones en el eje trasero a cada lado de la rueda y cambiar de piñón significaba parar, desmontar la rueda y volverla a poner dándole la vuelta. Bartali ganaba mucho tiempo con el cambio de marcha mientras seguía pedaleando.

La historia desconocida

Cuando el 5 de mayo de 2000, a los 85 años, Gino Bartali abandonó este mundo, se conoció la historia que mantuvo ocupado al campeón italiano entre septiembre de 1943 y junio de 1944. Tras el avance de las tropas aliadas por el Mediterráneo y por la península itálica, el régimen nazi decidió invadir Italia y crear una república en el norte. Automáticamente, las tropas alemanas persiguieron a los judíos italianos que habían gozado hasta entonces de cierto refugio.

Fue entonces cuando Bartali, amparándose en los entrenamientos, realizaba la ruta Florencia-Convento de San Damiano, en Asís, de 175 kilómetros, llevando fotografías y documentos falsificados de judíos que querían abandonar Italia. Enrollados en su manillar o en el sillín de su Legnano, recorría los kilómetros bajo un aparente entrenamiento pasando controles. Su enorme popularidad por sus victorias en el Tour y el Giro fueron su mejor fachada para pasar desapercibido.

Cada día realizaba los 350 kilómetros que separaban los dos puntos: recogía la documentación, las fotografías o dinero, llegaba al convento y se las entregaba a Luigi Brizi que, con una vieja imprenta, realizaba las acreditaciones falsas. Debía volver a Florencia cada día antes del toque de queda. En alguna ocasión fue interrogado pero solamente pedía que no desmontasen su bicicleta puesto que “las piezas estaban calibradas con precisión”. Nunca sospecharon nada.

Se calcula que Gino realizó un total de 45 viajes de ida y vuelta y que una decena de veces fue parado y registrado. Esa red de salvamiento estaba organizada por Giorgio Nissim, un antifascista muy vinculado a la comunidad judía desde joven. La implicación de Gino Bartali se conoció en 2003 cuando los hijos de Nissim encontraron una libreta donde se detallaba la red de confidentes que colaboraban en la falsificación de los pasaportes.

En 2010 Giorgio Goldenberg reveló que él y su familia estuvieron refugiados en la casa de Bartali en la Toscana y que les salvó de un traslado a un campo de exterminio.

Un antihéroe

Aún habiendo ganado prestigiosas carreras, reconocía que ”de mí hablarán más cuando esté muerto que en vida” y añadía que “el bien se hace, no se dice. Algunas medallas las llevamos colgadas en el alma y no en el cuello”.

Yo quiero que me recuerden por mis logros deportivos. Yo soy solo un ciclista.

Juan Hernández

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