El sacrificio del Athletic merece el aplauso
En un gesto de valentía y compromiso, el Athletic de Bilbao ha decidido renunciar a la disputa de la Liga Europa, priorizando la integridad de la competición y el bienestar de los jugadores y del equipo técnico. Esta decisión, tomada después de una serie de partidos postergados y problemas logísticos, demuestra el alto nivel de responsabilidad y compromiso que caracteriza a este club vasco. El sacrificio del Athletic merece, sin duda, el aplauso y el reconocimiento de la comunidad deportiva y de los amantes del fútbol en general.
El sacrificio del Athletic merece el aplauso
Primeros tres puntos de la temporada lejos de San Mamés. Un partido nacido para el disfrute, la tranquilidad y el reencuentro con las sensaciones de la pasada temporada estuvo a punto de acabar en disgusto. Los de Valverde, esta vez sí, supieron hacer lo que había que hacer en cada momento y no pararon de correr y sufrir hasta cantar victoria.
El resultado es un tanto engañoso. El Athletic hizo méritos para haberse vuelto a Bilbao con una renta más amplia. También es cierto que hubo fases, sobre todo a raíz de la expulsión del ayer titular Jauregizar, en las que todo parecía abocado al empate. Nada más lejos de la realidad para el bien y la tranquilidad de Valverde y sus leones.
Un Athletic con novedades
El técnico gasteiztarra sorprendió de entrada con alguna novedad en su once titular. La vuelta de De Marcos al lateral derecho, de Paredes al eje de la defensa e incluso la de Galarreta al centro del campo se podían intuir a tenor de lo sucedido durante este último parón competitivo. Con lo que pocos contaban era con la aparición de Jauregizar en el doble pivote. Prados, Vesga e incluso Ander Herrera se quedaron de esta manera en el banquillo.
Un comienzo intenso
La salida del Athletic dejó bien a las claras cuáles eran sus intenciones. Los rojiblancos se lanzaron en busca de la portería grancanaria desde que el balón echó a rodar. Agirrezabala, paradojas del fútbol, evitó entonces que los locales se pusieran pronto por delante en el marcador con una doble intervención seguida a remates de Moleiro y Kirian.
El primer gol
Nico Williams se puso como objetivo marcar más de diez goles en la Liga. La respuesta bilbaína a este aviso local radicó en el primer gol de la tarde obra de Sancet con la inestimable colaboración de De Marcos, Iñaki Williams y Guruzeta. El navarro se convirtió a partir de ahí en el principal agitador del Athletic a nivel ofensivo junto a Nico Williams.
El internacional rojiblanco aprovechó una buena dejada de su hermano tras un pase lejano de Paredes para dejar su sello realizador con un sutil toque de balón sobre la marcha. 0-2 a la media hora de juego y la UD Las Palmas sin ser capaz de intimidar en ataque.
La expulsión de Jauregizar
Luis Carrión, lógicamente, buscó soluciones en su banquillo para tratar de que su equipo volviera a meterse en el partido. Fabio y Álex Suarez entraron en acción tras el descanso, pero el Athletic, al menos de entrada, ni se inmutó. Al contrario. Iñaki Williams estuvo a punto de hacer el 0-3 poco después de que el balón echara a rodar de nuevo.
Toda la tranquilidad rojiblanca saltó por los aires, sin embargo, en una jugada desafortunada a muchos niveles. Yuri subió su banda hasta llegar a posiciones de remate, pero volvió a su posición mientras los amarillos buscaban entrar por su banda. Jauregizar, fuera de sitio, trató de frenar entonces a Sandro en su intento de correr solo hacia el marco de Agirrezabala y el árbitro entendió, a tenor de lo redactado luego en su acta, que el bermeotarra derribó al delantero local evitando con su acción una ocasión manifiesta de gol.
La reacción del Athletic
Los males del equipo de Valverde no terminaron ahí, puesto que el propio Sandro sorprendió a Agirrezabala con el tiro consiguiente de esa falta. Dio la sensación de que el portero pudo haber hecho algo más en esa acción. Minuto 58, 1-2 en el marcador y diez contra once.
Prados y Vesga saltaron entonces a escena. Luego les tocó el turno a Berenguer y Unai Gómez. La presión amarilla crecía a medida que discurrían los minutos, pero la muralla de contención del Athletic seguía manteniéndose en pie. Paredes, además de defender como un coloso, aprovechó una de sus subidas en ataque para batir a Cillesen tras un gran centro de Berenguer y una mejor dejada, lo de voluntaria o involuntaria es otra cuestión, de Iñaki Williams.
Tres goles bilbaínos fruto de tres asistencias del internacional por Ghana. La angustia de los leones no terminó ahí, pese a todo. Una nueva indecisión de Agirrezabala permitió a Álex Muñoz firmar el segundo tanto grancanario a siete minutos para el final. El Athletic volvió a apretar los dientes atrás hasta poder cantar victoria. Tres sufridos puntos más al saco.
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