El recorrido de dolor y superación de Alex Pereira antes de su gran oportunidad en el UFC 307
La historia de Alex Pereira es un ejemplo inspirador de perseverancia y determinación. Antes de llegar a la gran oportunidad que se le presenta en el UFC 307, el brasileño tuvo que superar obstáculos que parecían insuperables. Desde una infancia marcada por la pobreza y la violencia hasta una serie de lesiones devastadoras que pusieron en riesgo su carrera, Pereira ha demostrado una capacidad de recuperación y adaptación que lo ha llevado a estar a las puertas de la gloria en el mundo del Artes Marciales Mixtas (MMA). ¿Cuál fue el camino que lo llevó a este punto? En las siguientes líneas, te contamos la emocionante historia de lucha y triunfo de Alex Pereira.
De la adversidad a la gloria: Alex Pereira supera el dolor y la enfermedad para vencer en el UFC
Alex Pereira ha pasado un calvario. El brasileño logró vencer a Khalil Rountree Júnior en el UFC 307 del pasado sábado con una llamativa remontada, después de dos primeros rounds donde no supo encontrar los huecos que más tarde halló en la guardia del estadounidense y lució algo desconcentrado sobre el octágono.
En los descansos entre rondas, Poatan tosía con cierta fuerza, en señal de que algo no iba bien. Tal y como ya avisaban los presagios, después de ganar en Salt Lake City, el campeón reveló que ha tenido un campamento de entrenamiento repleto de problemas físicos.
La pelea fue dura, pero sólo mi equipo sabe lo duro que fue realmente este campamento. Pasé por muchas cosas que nadie conoce realmente. Estuve en Brasil hace un mes, y tuve algunos problemas con mi visa. Iba al consulado todos los días, tratando de ver si mi pasaporte estaba listo para ser recogido. Finalmente, regresé a los Estados Unidos, pasé aproximadamente una semana en Connecticut y he estado aquí durante tres semanas. Mientras ocurría todo eso, estaba tomando antibióticos. Tenía fiebre y tenía dolor de garganta. Pasaron muchas cosas. Además, cuando estaba en Brasil, me lastimé una costilla. Fue una lesión que tuve hace aproximadamente un año y volvió. Así que eso también fue algo con lo que estuve lidiando en el campamento de entrenamiento, reveló el campeón en la rueda de prensa posterior al evento.
Poatan también confesó que tuvo que visitar al médico en los días previos a su pelea. La enfermedad no cesaba, y desde el hospital volvieron a recetar de nuevo antibióticos, algo que pudo haber afectado a su rendimiento sobre el octágono: Cuando llegué aquí, todavía tenía la garganta mal. Fui al médico y me dieron otra ronda de antibióticos extra a la que ya había tomado antes. Incluso grabé un vídeo en ese momento. Dije en el vídeo que lo mostraría si ganaba, así que podemos publicarlo en algún momento. Pero pasé por mucho. Además, el ligamento del dedo del pie que se lastimó para UFC 300 volvió a lesionarse. Así que hubo muchas cosas por las que pasé en este campamento y fue una pelea difícil, pero fue un período previo difícil para esta pelea y realmente me siento muy orgulloso de mí mismo en este momento.
La ingesta inadecuada de antibióticos puede cambiar el rumbo total de una contienda. El ejemplo más claro está en Benoit Saint Denis, quien tuvo que consumir medicamentos para paliar la infección por estafilococos que tenía de cara al UFC 299. Mermado y débil en cuanto a su físico, el francés cayó como un trapo ante Dustin Poirier muy pronto en la contienda, algo que estuvo condicionado, sin lugar a dudas, por los remedios ingeridos para su enfermedad.
Alex Pereira desafió a todo aquello que podía ocurrir de mala manera, y venció. El brasileño certificó el nuevo récord en cuanto a menor tiempo transcurrido en tres defensas, con 175 días, y dejó a todo el Delta Center de Utah boquiabierto con una épica remontada ante Khalil Rountree Júnior, el rival que más complicado puso las cosas para Poatan en las 205 libras, hasta hoy, dentro del Ultimate Fighting Championship.
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