El poder de la igualdad: Cuando empatar es vencer
En un mundo donde la competencia y la victoria son los objetivos principales, la igualdad se ha convertido en un concepto revolucionario que está cambiando la forma en que nos relacionamos y nos enfocamos en nuestros objetivos. La igualdad de oportunidades y la no discriminación son principios fundamentales que deben guiar nuestras acciones y decisiones. En este sentido, empatar no es perder, sino que es una oportunidad para crecer y aprender de nuestros errores. En este artículo, exploraremos el poder de la igualdad y cómo puede llevarnos a la victoria de manera más sostenible y justa.
El Arsenal da un golpe a la autoridad: El empate en Manchester es un triunfo de carácter
Con una imborrable marca de estilo se marchó el Arsenal del Etihad de Manchester. Su ejercicio de resistencia frente al casi imbatible City de Pep Guardiola resultó a la vez una lección de carácter y personalidad, especialmente por la forma en que supo defenderse con 10 jugadores durante 55 minutos.
La amenaza permanente de los ‘gunners’ durante el partido y su lucha sobre el césped hicieron esta vez bastante daño al Manchester City. Las heridas más visibles, su rabia y sus nervios.
No fue al final la victoria lo que se llevó el Arsenal, sino la imagen de confirmación de ser un conjunto muy sólido y ya preparado para ganar la Premier League. Exhibió la mentalidad con la que deben enfrentarse los partidos más importantes, dando muchas señales de fortaleza.
El empate final tuvo los rasgos de los grandes triunfos, por personalidad y derroche. El Arsenal fue un equipo duro, práctico y eficaz, lo que más ha inculcado Arteta a sus jugadores en los dos últimos años.
Algunos jugadores de los ‘skyblues’ han llegado a censurar lo que consideraron ‘suciedad’ o comportamiento hostil del Arsenal a la hora de defenderse en inferioridad. ¿Qué esperaban, facilidades y espacios para golear?
Las brusquedades por la importancia del partido llevaron a provocar algunas riñas, tensiones y pérdidas de tiempo, pero nadie puede discutir el enfoque valiente para afrontar la discutible expulsión de Trossard, por doble tarjeta amarilla.
Fue esa tensa rivalidad sobre el césped, con un hombre menos, la que, en realidad, hizo estragos. Más prudente que sus irritados jugadores, Pep Guardiola sí quiso reconocer al menos los méritos del rival: “Hemos entendido el mensaje, sabemos que estarán allí durante muchos años”.
Las quejas hipócritas de los campeones sobre el mal estilo del Arsenal, comparándola incluso con el del Liverpool, revelan hasta qué punto sus rivales por el título les están empezando a desquiciar.
En los tiempos de los ‘Invincibles’, al recordado técnico francés Arsène Wenger le preguntaron por la ausencia de tres de sus estrellas y la influencia que iba a tener sobre el rendimiento de su equipo, a lo que el alsaciano respondió sin dudar: “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”.
Y eso mismo piensa ahora su pragmático sucesor Arteta, el encargado de reverdecer la gloria para el Arsenal, o de luchar por ella, cuya mejor virtud ha sido dotar al club de la fuerza de todo un grupo.
En un momento en el que faltó su capitán y director de juego, el noruego Odegaard, el espíritu de unión en el campo afloró como nunca. Sigue siendo lo mejor de los ‘gunners’.
Al final, el Arsenal ‘ganó’ más crédito en Manchester y esta vez no fue como el empate a cero del año pasado. No se llevó los tres puntos, pero su fuerte mentalidad y capacidad de réplica sí brillaron para amilanar al campeón.
Le inquietaron lo suficiente para llevarle al límite, haciéndole exhibir unas malas reacciones de impotencia. Todo eso, por sí solo, ya es un gran triunfo.
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