El optimismo y la crítica del Atlético Madrid antes del derbi: entre el vaso medio lleno y el vaso medio vacío
Con el derbi madrileño a la vista, el Atlético Madrid se encuentra en una encrucijada de opiniones encontradas. Por un lado, el optimismo invade a los seguidores y a la propia plantilla del equipo colchonero, quienes ven con buenos ojos la racha de buenos resultados y la sólida defensa que ha llevado al equipo a la cima de la clasificación. Sin embargo, también hay un sector que muestra su crítica y desconfianza en la capacidad del equipo para mantener el ritmo y superar el escollo del Real Madrid en el derbi.
Entre el optimismo y la crítica: el Atlético Madrid llega al derbi con un vaso lleno de motivos contradictorios
El Atlético de Madrid llega más aliviado al derbi del domingo gracias al gol de Julián Alvarez en el minuto 89 del partido ante el Celta de Vigo, que dio tres puntos de oro al conjunto rojiblanco, obligado a lograr el triunfo tras empatar días antes en Vallecas frente al Rayo.
¿Cómo llega el Atlético al duelo ante el Real Madrid? Pues según se mire, el vaso puede estar medio lleno o medio vacío, porque hay argumentos positivos y otros no tanto para analizar el estado actual del equipo rojiblanco, tercer clasificado de LaLiga con cuatro triunfos y tres empates y que está a dos puntos del eterno rival y a seis del líder, el Barcelona, que lo ha ganado todo.
El lado positivo
En el capítulo positivo aparece, por ejemplo, la solidez defensiva. El Atlético ha encajado tres goles en siete jornadas (cuatro en ocho partidos contando la Champions) siendo el conjunto menos batido del campeonato, con dos menos que los dos equipos que le preceden en la clasificación y el Mallorca de Arrasate, que han recibido cinco.
Al derbi llega enchufado Julián Alvarez, providencial para que el Atlético sumara los tres puntos en Balaídos. Cuando las dudas comenzaban a asomar en torno al argentino (más de fuera del Atlético que en el propio Atlético), el delantero metió la pierna en un servicio de Griezmann para dar el triunfo a los colchoneros. Lo celebró con rabia la Araña, que confía en seguir picando en su primer duelo de la máxima rivalidad como rojiblanco.
También está recuperando su mejor versión Jan Oblak. El esloveno realizó dos intervenciones muy meritorias frente al Celta de Vigo, resultando clave para que el Atlético volviera a dejar su puerta a cero una vez más (cinco en siete jornadas).
Otro aspecto positivo es la condición física del equipo, que ha logrado cinco goles en el tramo final de los encuentros. Los de Simeone están acabando los partidos mejor que los rivales, algo a lo que no estaban acostumbrados en las últimas temporadas.
A favor de los colchoneros jugará el factor Metropolitano. El Atlético se muestra fuerte ante su afición y el ambiente promete llevar en volandas a la escuadra. El curso pasado, el Real Madrid sólo perdió dos partidos. Los dos en el coliseo de la Avenida de Luis Aragonés.
Lo menos positivo
Pero igual que hay motivos para el optimismo los hay para no serlo tanto. Porque el Atlético ganó en Vigo, sí, pero solo estuvo cerca de hacerlo en los últimos minutos. Como en Vallecas, la primera parte fue mala. El primer disparo a puerta no llegó hasta el segundo tiempo.
El equipo del Cholo evidencia problemas para generar fútbol y ocasiones, sobre todo lejos del Cívitas Metropolitano, y eso puede resultar fatal ante un rival como el Real Madrid. Lo sabe el preparador argentino, que lo dejó claro en la rueda de prensa posterior al triunfo en Balaídos.
“Nuestro estadio nos dará la energía para un partido que la necesitará. Vamos a estar tranquilos, necesitamos mejorar, necesitamos jugar mejor ofensivamente. Tenemos un paso por hacer, estamos muy bien en la parte defensiva, de nuevo portería a cero, pero tenemos que dar un paso desde el juego. Es un desafío que tenemos de aquí en adelante”, dijo.
Y esa energía a la que se refirió Simeone es otro de los factores negativos. Porque el Madrid llegará con dos días de descanso más que el Atlético porque así lo decidió LaLiga amparada en las televisiones. Los dos pudieron jugar el miércoles, pero no. Los blancos lo hicieron el martes ante el Alavés en el Bernabéu mientras que los colchoneros llegaron a la capital española en la madrugada del viernes. Entrenamiento de recuperación por la tarde, otro el sábado, y a jugar.
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