El luchador valenciano Dani Bárez, pionero en las artes marciales mixtas, apunta a conquistar París en su próxima lucha

El luchador valenciano Dani Bárez, pionero en las artes marciales mixtas, apunta a conquistar París en su próxima lucha

El deporte de combate tiene un nuevo héroe en ciernes. El luchador valenciano Dani Bárez, considerado uno de los pioneros en las artes marciales mixtas, se prepara para enfrentar el desafío más importante de su carrera. Su próxima lucha tendrá lugar en la ciudad del amor y la luz, París, donde buscará conquistar a la audiencia francesa con sus habilidades y técnicas de combate. Con una trayectoria llena de logros y éxitos, Dani Bárez se encuentra en la cima de su carrera y lista para escribir un nuevo capítulo en su historia como luchador. ¿Será capaz de llevarse la victoria en la ciudad de la moda y el romance?

Dani Bárez, el Rey de las artes marciales mixtas, apunta a triunfar en la UFC en París

Las artes marciales mixtas no despuntaban en el país y él ya era un Rey. Nacido y forjado en la ciudad valenciana de Burjasot, Dani Bárez sabe qué significa ser un deportista de élite, en un deporte que ha vivido a la sombra durante incontables años de su existencia. El español, que ahora colinda sobre los escenarios más exigentes y enfrenta a los rivales de élite más aguerridos del planeta en la UFC, ha dedicado toda una vida a una disciplina que tuvo que compaginar, desde muy temprano, con diversas haciendas hasta poder conseguir vivir de su actividad sobre el tapiz.

El primer amor deportivo del peleador fue el de la mayoría de niños en España. Fenómenos como La Quinta del Buitre, Mario Kempes, el Barça de Johan Cruyff y el hipnótico juego del balompié conquistaron el corazón de Bárez, que dedicó sus primeros años de vida al deporte en busca de poder irrumpir en el panorama nacional y lograr el sueño de ser futbolista de élite. Sin embargo, un flechazo atronador trastocó los planes del joven valenciano. El terremoto que cambió el cauce de su vida tenía kickboxing por nombre, la sociedad no contaba con él como un agente principal en las actividades físicas y prometía adrenalina a borbotones.

No había más que hablar. Aquello que comenzó como un simple experimento, había asaltado su vida. Poco a poco, Dani Bárez fue dejando el cuero, el césped y la mística del entretenimiento rey en España para impregnar su vida de una nueva hacienda a la cual dedicar su tiempo vital. Junto al kickboxing llegaron nuevas disciplinas, como el jiu-jitsu o el sambo, y su vida dio entonces un giro de 360 grados. La decisión fue firme y, aún como adolescente, el valenciano decidió dedicar su vida a los deportes de contacto para vivir de ello.

La tarea de poder ser un artista marcial mixto y vivir de ello en España comenzó por ser misión imposible. El deporte no despuntaba en la nación, no había suficientes inversores y las ganancias eran escasas en los comienzos como amateur y profesional de Bárez. Mientras tanto, el valenciano compaginaba sus clases de kickboxing y jiu-jitsu con incontables trabajos a lo largo y ancho de su ciudad: desde horas metido entre fogones en la cocina de un restaurante hasta servir como personal de seguridad en las discotecas de Valencia, el chico debía mantener la llama del sueño prendida con diversos trabajos como sustento.

Dani Bárez supo bajar al barro en sus comienzos. El español debutó en noviembre de 2012 en Almogavers Barcelona, una promotora de artes marciales mixtas catalana que realizaba eventos desde el año 2009. Inició su aventura profesional con una victoria ante Andoni Sorando y, tras dos años de parón, regresó a la acción para buscar el añorado sueño de llegar a la cúspide de la disciplina. El español supo pelear en diferentes escenarios alrededor de Europa y regresar a la nación para hacer ruido también entre los fanáticos y promotores locales, con rivales como Manel Kape, actual peleador de la UFC, como parejas de baile.

El español tuvo que picar piedra hasta el año 2017. Tras 11 peleas profesionales en tres años, con siete victorias dentro de las mismas, Bárez consigue ser campeón mundial en la promotora Bamma y los ojos del mundo ya reposaban sobre él. El peleador comenzó a ser visto como uno de los prospectos del peso mosca más importantes a nivel internacional, y comenzaba a estar en los debates de los más importantes directivos del deporte.

La dureza y el desafío de Latinoamérica fue el push perfecto. Tras dos contundentes victorias bajo el sello de la promotora Combate Américas, llegó a la vida de Bárez el sueño de toda una vida: la UFC había contado con él para su próxima edición del Dana White's Contender Series, e iba a debutar ante Carlos Hernandez en el show para buscar un contrato en la empresa de artes marciales mixtas más grande del mundo. Sin embargo, el tren de la ilusión descarriló y el español cayó por decisión dividida al término de los tres asaltos. La recompensa no cayó para el lado del aspirante, pero los mandatarios de la compañía habían apuntado su matrícula.

Lejos de ser un ente desmotivador, la derrota cambió por completo a Dani Bárez. El español encadenó cuatro victorias seguidas en el primer episodio de contienda, con tres knockouts y una sumisión, después de caer en el Dana White's Contender Series por la decisión de unos jueces. El despecho había sucumbido su rumbo y, movido por el ansia ganador y el deseo de regresar a donde debía pertenecer, arrasó con cada uno de sus rivales hasta la gloriosa llamada de la UFC.

Junio de 2023 trajo luz a la vida de Dani Bárez. Un tipo dos veces campeón del mundo de MMA, monarca nacional en artes marciales mixtas y Sambo, recogió todo aquello que alguna vez sembró. Con 34 años, el español aceptó el contrato de la UFC tras aniquilar a sus últimos cuatro oponentes, y su debut se produjo tan sólo un mes después, ante Jafel Filho, en la ciudad británica de Londres. Pese a ir por delante en el combate, un triángulo de brazo sorprendió sus aspiraciones y probó el amargo sabor de la derrota como primera impresión dentro del octágono más famoso del planeta.

París es ahora el comienzo de la aventura. Dani Bárez ha forjado sus aspiraciones en el Entram Gym de México, tierra de valientes guerreros y fuertes pegadores, en un training camp donde ha estado codo con codo junto a Brandon Moreno, compañero de entrenamiento. Tras superar una grave lesión, hay un sólo resultado para el español en la ecuación de su regreso: tomar la ciudad francesa con un increíble despliegue y asegurar una nueva victoria para la armada española en el Ultimate Fighting Championship, en nombre de aquel joven que supo apostar por una disciplina en la que hoy ya es considerado pionero a lo largo y ancho de España.