El liderazgo se merece, Flick es un ejemplo de que la titularidad se conquista con esfuerzo y dedicación.

El liderazgo se merece, Flick es un ejemplo de que la titularidad se conquista con esfuerzo y dedicación.

En un mundo donde a menudo se habla de liderazgo y éxito, es importante recordar que estos conceptos no se alcanzan de la noche a la mañana. La titularidad es un logro que requiere esfuerzo, dedicación y una gran dosis de perseverancia. Y en este sentido, el caso de Flick es un ejemplo inspirador de cómo se puede alcanzar el éxito a través del trabajo duro y la constancia. A lo largo de su carrera, Flick ha demostrado que la titularidad no se concede, se conquista. Y es precisamente esta mentalidad la que lo ha llevado a convertirse en un referente en su campo.

El liderazgo de Flick: un ejemplo de esfuerzo y dedicación en el FC Barcelona

Hansi Flick nos tiene enamorados por su naturalidad, por su normalidad, por su profesionalidad, por sus gestos empáticos, todos valores que tendrían que ser habituales en nuestra sociedad y que no lo son tanto. Incluida la profesionalidad.

Hansi está disfrutando de su experiencia como entrenador del FC Barcelona y la oportunidad personal de vivir en una ciudad como Barcelona, mediterránea, abierta, singular, cosmopolita. Valora tanto su vida profesional y personal que no deja ningún detalle al azar. Y de eso hace participe a todo su equipo.

Necesita que todos se sientan importantes, necesita entender, compartir, hablar, mirar a los ojos. El equilibrio de un vestuario como el del Barça depende del respeto y las reglas que marque el entrenador.

Flick, el entrenador que hace que todos se sientan importantes

Flick no es estricto, es coherente. El alemán no es riguroso, es profesional. El entrenador no es duro, es consciente de que el Barça es uno de los mejores clubes del mundo y que de su trabajo depende el éxito del club.

Claro que Flick preguntó a Lewandowski por Szczesny, no porque tuviera dudas de la calidad del polaco bajo los palos sino para tener clara su personalidad y como encajaría en el vestuario del Barça.

Flick aplica la máxima tan cuerda de que juegan los que se lo ganan, los que están mejor, los que mejor encajan en cada partido. El vestuario se cree al entrenador. Cree en su metodología, sus exigencias con el trabajo, cree en su filosofía y aplaude el trato.

El secreto de Flick: un liderazgo basado en la confianza y la consideración

Hansi Flick se ha ganado al vestuario, no sólo a un grupo concreto, porque en este Barça no hay privilegios sino consideración compartida de que todos cuentan. Por eso Iñaki Peña puede estar tranquilo.

Porque no sólo está demostrando ya estar sobradamente preparado para ser el portero titular del FC Barcelona sino porque además su entrenador confía en él y nadie le impondrá un jugador. Nunca. Sabe Flick que el respeto de un vestuario es muy difícil de ganar y se pierde con muchísimas rapidez.

La cantera también da grandes porteros, Iñaki Peña es la prueba. Ahora solo hay que exigir que se le trate como a uno más. Porque todos los porteros un día u otro fallan. Que sería sino de los delanteros.