El legado de Muniain en el Athletic: un ejemplo de compromiso y dedicación
Después de más de una década defendiendo los colores del Athletic Club, Iker Muniain se despide del fútbol profesional, dejando atrás un legado que trasciende más allá de los números y los trofeos. Su compromiso y dedicación con el equipo y la afición han sido una constante a lo largo de su carrera, convirtiéndolo en un referente para las nuevas generaciones de futbolistas. A lo largo de estos años, Muniain ha demostrado ser un jugador incansable, que siempre ha puesto el interés del equipo por encima de sus propios objetivos personales. Su pasión y amor por el Athletic han sido palpables en cada partido, cada entrenamiento y cada gesto. En este sentido, su legado va más allá del fútbol en sí mismo, y se convierte en un ejemplo a seguir para cualquier deportista que quiera dejar su huella en el mundo del deporte.
El fin de un legado: ¿Quién asumirá el 10 de Iker Muniain en el Athletic?
Hubo traspaso de poderes con la capitanía del Athletic de Iker Muniain a Óscar De Marcos una vez que se confirmó la marcha del navarro y la continuidad del lateral. Sin embargo, la gran pregunta es: ¿qué pasará con el dorsal 10?
No deja de ser una anécdota, aunque trascendente de cara al marketing. Es simbólico, todos los clubes tienen sus dorsales fetiche. Y el 10 acostumbra a tener un valor especial en el fútbol. Incluso antes de que cada jugador luciera su nombre y un número fijo en la espalda. En la Liga se implantó en la temporada 95-96.
Un dorsal de lujo que ha pasado por pocas manos en el Athletic. Únicamente cuatro leones lo han lucido en partido oficial. Aitor Larrazabal lo vistió desde la campaña 96-97 hasta la 00-01, cuando volvió al habitual 3 de los laterales zurdos. Luego fue cedido a Fran Yeste y suyo fue hasta que salió de Bilbao en 2010. Después, Óscar De Marcos lo llevó hasta 2016, cuando cambió para recoger el 18 de su buen amigo Gurpegi y así, de pasó, se lo dejó a un Muniain que tenía el 19.
El dorsal 9, por cierto, tampoco se ha movido demasiado en el Athletic. Ziganda lo portó desde la 95-96 hasta la 97-98; después fue de Ezquerro hasta la 04-05; Llorente lo agarró y no lo soltó hasta que decidió emprender otros caminos en 2013; su relevo lo tomó Kike Sola, aunque lo lució poco sobre el verde, lo tuvo hasta el final de la 17-18 y desde entonces es propiedad de Iñaki Williams a pesar de no ser un delantero específico.
A lo largo de los ocho últimos ejercicios, el 10 del Athletic ha estado directamente vinculado con Muniain. El aficionado zurigorri ha interiorizado ver a ese dorsal incrustado entre líneas y tirando amagos, tanto por el carril central como por la izquierda. Ahora cambiará de dueño con la salida del navarro.
¿Quién asumirá el legado del 10 de Iker? Es cuestión de que los leones vayan eligiendo antes de que arranque la competición. Normalmente los que más años llevan en el club escogen primero, aunque no suele ser habitual que cambien el que ya tienen. ¿Le apetecerá a Sancet abandonar el 8? ¿O a Nico Williams dejar el 11 tan característico de la banda izquierda? ¿Se lo enfundará Guruzeta? ¿Quizá vaya a parar a otro canterano como es Unai Gómez? ¿Y si es para un recién llegado como Djaló?
Lo dicho, lo del 10 no deja de ser más que una anécdota, pero una anécdota curiosa que la gente tiene ganas de conocer. ¿Quién será el nuevo dueño del dorsal 10?
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