El imponente muro defensivo del Atlético y las preocupantes fisuras que ponen a prueba su resistencia
En el mundo del fútbol, la defensa es un elemento clave para cualquier equipo que aspire a alcanzar el éxito. Y en este sentido, el Atlético de Madrid ha sido uno de los equipos más destacados en la Liga española, gracias a su imponente muro defensivo. Sin embargo, en las últimas semanas se han empezado a vislumbrar fisuras preocupantes en la estructura defensiva del equipo rojiblanco, lo que ha generado inquietud entre los aficionados y los expertos. ¿Será capaz el Atlético de superar estas pruebas y mantener su nivel de performance en la competición?
El Atlético de Madrid enfrenta crisis defensiva después de una racha de goles encajados
El Atlético de Madrid arrancó la temporada con la determinación de corregir uno de los factores que lastraron el curso pasado. El equipo rojiblanco perdió buena parte de sus opciones de levantar un título a cuenta de su debilidad defensiva. Encajó en el pasado curso 70 goles en los 54 partidos que disputó.
Un promedio de 1,2 goles encajados por partido, el peor guarismo de la ‘Era Simeone’ desde que el argentino se hizo con el equipo colchonero. Para intentar resolver esta circunstancia, una de las líneas clave de la reconstrucción del proyecto era la de apostar por centrales nuevos.
Se consiguió fichar al gran objetivo, que era Robin Le Normand; pero la llegada del central zurdo que sustituyese a Mario Hermoso se quedó a medias. Para ese puesto, el Atlético había identificado a David Hancko, como el perfil idóneo, pero no se pudo llevar a cabo porque el Atlético se quedó sin margen en el límite salarial.
En su lugar llegó Clement Lenglet, que no era ni la primera ni la segunda opción. Y con esos mimbres, más lo que ya tenía el Cholo del curso pasado, se comenzó la temporada. Y la cuestión es que funcionó. Lo hizo respondiendo sobre todo al gran rendimiento de Le Normand y a una ‘resurrección’ del mejor José María Giménez, que pocos esperaban.
La mejoría defensiva se desmorona
Sustentado en esos dos centrales, con el aderezo del que tocaba en cada momento, Azpilicueta, Witsel, Reinildo, etc… el equipo de Simeone volvió a recuperar la fortaleza defensiva. Hasta ahí las buenas noticias. Entre las malas, que parece que a ese ‘muro’ le han comenzado a salir grietas.
Y la pérdida de Le Normand por un mes, preocupa, en tanto en cuanto era uno de los factores clave de la mejoría. El Atlético de Madrid, empatado 1-1 contra la Real Sociedad en el Reale Arena en el choque de la última jornada previa al parón, recibió ocho goles en sus últimos cinco partidos oficiales, en los que no logró sostener la portería a cero de Jan Oblak que sí que había logrado al inicio de curso.
La preocupación y el refuerzo
En el arranque, el Atlético sumó cuatro partidos sin recibir gol, su mejor registro en este sentido desde noviembre de 2020. Ahora, en los últimos cinco partidos, solo en uno no encajó, en los otros cuatro sí y además fue goleado en Lisboa, cuatro goles, décima vez desde que el Cholo se hizo cargo del equipo que sucedía encajando cuatro goles o más en un encuentro.
Con todo, en el Atlético prefieren ver el lado positivo porque es verdad que, habiendo encajado más de lo que se encajó en el arranque, los datos globales sí que hablan de una mejoría palpable. Es el cuarto equipo que menos encaja en las cinco grandes Ligas de Europa (hablando solo de Liga), con una media de 0,55 por partido, que no es nada.
Apenas ha recibido cinco, uno menos que el Real Madrid y cuatro menos que el FC Barcelona. Sólo en dos temporadas de la Era Simeone, estos datos eran mejores con nueve jornadas disputadas. Sucedió en la 11-12 (dos goles), en la 16/17 (cuatro) y en la 20/21 (cuatro).
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