El estreno de Champions del Girona en Montilivi comienza con un mal pie

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El estreno de Champions del Girona en Montilivi comienza con un mal pie

El debut del Girona en la Champions League en su estadio de Montilivi no podría haber comenzado de peor manera. Ante un público expectante, el conjunto catalán cayó derrotado por 2-0 ante el Club Brugge belga, en un partido que se convirtió en una verdadera pesadilla para los locales. La falta de efectividad en ataque y la fragilidad defensiva fueron los principales motivos de la derrota, lo que deja al Girona en una situación complicada en la Grupo D de la competición. A continuación, analizaremos los detalles del partido y las consecuencias de este debut desafortunado.

Girona sufre un estreno desastroso en Champions

Frustrante, doloroso. Así fue el estreno del Girona en Champions en casa frente al Feyenoord. Dos goles en propia puerta dejaron un final injusto en Montilivi en la victoria de los neerlandeses, que marcaron tres goles en dos disparos a portería. De nuevo, la mala suerte se cebó con los catalanes, que siguen sin ganar.

Un inicio prometedor

Un inicio prometedor

Montilivi, a medio llenar por el reglamento de la UEFA que impide la totalidad del aforo por las gradas supletorias. Eso sí, nadie quiso perderse, a pesar de la lluvia, una cita que se recordará en la retina de todos los afortunados presentes. Los de Míchel iniciaron de buena manera el choque. El himno y la emoción de la afición empujaron a los ‘gironins’ a llegar con peligro en numerosas ocasiones, algo que no pudo verse tanto en los últimos compromisos ligueros.

Tsygankov y Bryan Gil abandonaron las diagonales para poner en un aprieto a los visitantes, que fueron arropados por 500 simpatizantes llegados desde los Países Bajos. El dominio y la posesión de los catalanes se alargó hasta que en una de las tantas acciones a balón parado, David López remató con el alma tras un saque de esquina para hacer saltar todos los paraguas que se instalaron sobre las cabezas por el clima (19’). Fue el primer gol de la historia del Girona en la Champions.

La desgracia se ceba

La desgracia se ceba

No duró mucho la alegría para los ‘blanc-i-vermells’. El potencial del Feyenoord llegó tras diez minutos para el olvido por parte de los hombres dirigidos por el técnico vallecano. También a balón parado, concretamente de falta, llegó un remate peinado de Timber que tocó en Yangel Herrera, dando paso al gol en propia puerta del venezolano (23’).

Por si fuera poco, como si se tratara de otro tanto en contra, llegó la dolorosa lesión de Tsygankov, quien sintió un pinchazo en su pierna derecha en un control que intentó tras un pase largo. No acabó ahí el lastre, pues a los pocos segundos, con el ucraniano sustituido, llegó una contra matadora del Feyenoord, terminando con la remontada de Milambo.

La noche de los porteros

La noche de los porteros

Sin embargo, fue la noche de los porteros. De la pena, a la gloria, Gazzaniga decidió parar un penalti estupido cometido por el Girona, que no supo, durante ese periodo de tiempo, parar a los neerlandeses. Ueda fue el arrepentido y eso le valió a los locales para volver a despertar de la pesadilla momentánea.

Un segundo tiempo intenso

Pasó de todo. El Girona intentó la épica hasta el final, a pesar de volver del ecuador con el marcador en contra. Pasaron mil cosas durante los segundos 45 minutos, despertando Montilivi hasta el último suspiro. Fue una montaña rusa de emociones. A pesar del dominio gerundense durante todo el segundo tiempo, los hombres de Priske aprovecharon cualquier grieta para salir al contraataque y demostrar el nivel del equipo.

La insistencia, pero, dio entrada a un centro de Van de Beek que se coló dentro de la portería, aunque la mala suerte se cebó durante lo que quedó de encuentro. El VAR anuló el tanto. No acabó ahí la desgracia, pues el error del guardameta neerlandés, en el penalti que provocó y también lanzó Miovski, terminó también con el mismo cancerbero cambiando su papel de villano a héroe. Eso sí, a la tercera fue la vencida y Van de Beek, que fue de los mejores durante la contienda, remató un balón mordido para dar esperanzas.

Un final triste

El Girona se mereció ganar, por acciones, actitud e insistencia. Pero los goles de los ‘blanc-i-vermells’ no entraron tampoco en la portería correcta. De nuevo, llegó una nueva desgracia en contra, con el gol de Krejci en propia puerta cuando el equipo más empujó para revertir la situación. Un nuevo jarrón de agua fría prolongó la impotencia de los locales.

No hubo maneras, la esperanza fue, como dice la norma, lo último que se perdió. Stuani metió la testa en uno de los enésimos centro que el equipo intentó tras la entrada de Asprilla en el verde y los segundos fueron agotándose, dando paso a lo que nadie esperó en Montilivi por el buen papel de los suyos en el estreno europeo en casa.

Con cuatro minutos fríos de descuento, el compromiso llegó a su fin dejando la polémica del partido, unas manos dentro del área del Feyenoord que se revisaron pero que, para el colegiado suizo, no fueron suficientes. Con este resultado, el Girona se queda con un cero en el casillero y con tres goles en propia puerta de los cuatro que ha recibido en los dos partidos de Champions.

Miguel Torres

Soy Miguel, periodista de la página web El Rincón del Fútbol, un periódico independiente especializado en actualidad deportiva, especialmente en el mundo del fútbol. Mi pasión por el deporte y mi compromiso con la rigurosa objetividad me impulsan a descubrir las últimas novedades y ofrecer a nuestros lectores información veraz y actualizada. Mi objetivo es informar y entretener a los aficionados, manteniendo siempre la ética periodística y el respeto por la verdad en cada noticia que comparto. ¡Acompáñame en este apasionante viaje por el mundo del fútbol!

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