El 'conde', un símbolo de esta Real Casa
En el seno de la nobleza española, existen ciertos títulos y símbolos que han sido testigos de la historia y la tradición. Uno de ellos es el conde, un título nobiliario que ha sido otorgado a lo largo de los siglos a personas destacadas por sus servicios a la Casa Real. En este sentido, el 'conde' se ha convertido en un símbolo de prestigio y honor, que refleja la importancia y el poder de la monarquía española. A lo largo de los años, muchos miembros de la nobleza han ostentado este título, algunos de los cuales han dejado un legado indeleble en la historia de España. En este artículo, exploraremos el significado y la importancia del título de conde en el contexto de la Real Casa.
¿Qué futuro espera el 'conde' Mikel Merino en la Real Sociedad?
Es imposible abstraerse del pesimismo en cuanto a la continuidad de Mikel Merino en la Real Sociedad. Si de verdad su intención es la de continuar en el equipo y la realidad es que es feliz en Donostia y en la Real, como transmitió al terminar el curso, ya lo podía haber certificado hace tiempo para terminar con esta inquietud.
Por otro lado, en seis años, tras decantarse por la Real en lugar del Athletic antes de este lustro tan dulce del equipo, ha jugado con dos vértebras rotas, el dedo del pie fracturado, un hombro salido y hasta medio 'groggy'; no ha escatimado ni una disputa, ni un choque aéreo, ni una carrera. Su compromiso ha sido impecable. Se ha ganado el derecho a decidir su futuro con calma, tomándose el tiempo que necesite y considerando todas las opciones.
La Real contrató a un medio prometedor y con talento que Imanol convirtió en el centrocampista más completo de LaLiga y en el ganador de duelos de Europa. Cuesta creer que Merino, tan sacrificado y noble, llamado el 'conde' entre otras cosas por su elegancia dentro y fuera del campo, vaya a salir mal de la Real.
Es imposible de creer que lo tenga hecho con otro equipo y que todo este tiempo ha sido un paripé para ganar tiempo. Incluso que todo obedezca a una estrategia bien pensada para exprimir al máximo a la Real en el proceso de renovación, una medida de presión.
Tiene todo el derecho a exigir unas condiciones acordes a su potencial, claro. Lo único que hay que pedir a todos es que la despedida, si tiene que ser tal, esté a la altura de estos seis años maravillosos. Mikel es una especie de símbolo de esta Real ambiciosa y europea.
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