En un incidente que ha generado gran conmoción en el mundo del boxeo, el boxeador estadounidense Dillon Buckley ha lanzado una serie de insultos y amenazas hacia el excampeón de la UFC, Conor McGregor. En una serie de mensajes en redes sociales, Buckley se dirigió a McGregor con un lenguaje agresivo y ofensivo, haciendo referencia a su familia y generando un gran revuelo en la comunidad deportiva. Las palabras de Buckley han sido calificadas de inaceptables y desproporcionadas por muchos de sus seguidores y aficionados al boxeo. A continuación, se presentará un análisis detallado de este incidente que ha generado gran polémica en el mundo del deporte.
Buckley no se calla: Ataca a Conor McGregor con insultos y amenazas hacia su familia
El luchador Joaquin Buckley no se lo pensó dos veces cuando sostuvo el micrófono tras vencer a Nursulton Ruziboev en el UFC de San Luis. El luchador consiguió una valiosa victoria en su cuarta aparición en el octágono como peso wélter en la co-estelar de un evento que tuvo como protagonistas a Derrick Lewis y a Rodrigo Nascimento.
New Mansa sumó otro triunfo a su casillero por decisión unánime y tuvo unas palabras al final del combate con la intención de detallar quién quiere que sea su compañero de baile en el próximo capítulo de su carrera. Ese sujeto no es otro que Conor McGregor.
Como de costumbre, la mayor estrella de la historia de las artes marciales mixtas acapara declaraciones controvertidas y efusivos callouts por parte de los contendientes que forman el roster de la UFC. Sin embargo, esta vez Buckley fue demasiado lejos en unas palabras que no sólo atentaron contra la honorabilidad y carrera del luchador irlandés, sino que también salpicó a su propio apellido.
Tiene ya una pelea programada, pero es un nombre masivo y es alguien que debes reclamar con el micrófono delante, y ese nombre es Conor McGregor. Peleas en 170, pero estás enfrentando un peso ligero. Enfréntate a mí (.) Busqué información sobre el apellido McGregor, y tienes un linaje repleto de p…, tu papá era una p., no, no, no. tu abuelo era una p…, no, no, no, tu tatarabuelo era una p., no, no, no, Entonces creo que es seguro poder decir que tu madre también era una p… ¿Y sabes qué? Si no respondes, y apuesto el dinero que ni siquiera tengo a que no lo harás, todo el mundo sabrá que estoy diciendo la verdad. Es mi momento, y si quieres ser rey tienes que decapitar al rey. Es hora de tomar el trono”, manifestó un Joaquin Buckley ante el que tuvo que intervenir Michael Bisping para evitar mayores obscenidades.
Sin embargo, el suflé de emociones que provocó New Mansa con sus declaraciones pronto se vio rebajado por Dana White, presidente de la compañía. El máximo responsable de la UFC fue tajante tras el evento, y mostró su completa negativa a cuadrar un futuro combate entre ambos sujetos. Tomó un sorbo de su bebida, rubricó una sonrisa vacilona en su rostro a la vez que el periodista formulaba su pregunta y tan solo le bastó una onomatopeya para mandar al traste las aspiraciones de Buckley: Mm-mm, no, expresó el mandatario con cierto humor ante los medios.
Después del subidón de adrenalina provocado por su victoria en el UFC San Luis, Joaquin Buckley regresó a la realidad y declaró ante los medios de comunicación que su futuro, como era de esperar, no pasaba por Conor McGregor, sino por un nombre top en los últimos años en el peso wélter como lo es Gilbert Burns: Creo que esta es una bonita pelea, un bonito enfrentamiento. No sé cuándo van a darle el permiso para pelear, cuándo estará preparado, pero definitivamente será Gilbert Burns, zanjó.
Unas declaraciones que Gilbert Burns tomó de buena manera en el podcast Show me the Money, de Renato Mohicano: Acepto esta pelea. De la manera que lo veo, no estoy en una situación para llamar a nadie para pelear. Nunca dije que no a una pelea. Si me lo dan, aceptaré, manifestó Durinho con semblante serio.
La cuestión entre The Notorious y el luchador americano no debe de encontrar un punto clarificador como Dana White. De cara al futuro de ambos peleadores, es una batalla que no tiene sentido para ninguno de los dos sujetos. Ni Joaquin Buckley tiene un nombre capaz de vender grandes cifras de dinero dentro de la UFC, ni Conor McGregor va a escuchar ofertas dentro de la empresa si no es para pelear ante contendientes top dentro del roster. Un gran intento del luchador de poder escalar y pelear ante la gran estrella, pero que resultó ser tan espectacular como efímero.
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