El Bayern logra remontar en el último minuto, pero deja muchos interrogantes

El Bayern logra remontar en el último minuto, pero deja muchos interrogantes

En un partido emocionante y lleno de giros inesperados, el Bayern de Múnich logró remontar en el último minuto ante su rival, generando un ambiente de euforia en el Allianz Arena. Sin embargo, más allá del resultado final, la victoria deja muchos interrogantes en el aire acerca de la estrategia y la ejecución del equipo durante gran parte del partido. La falta de precisión en el juego y la inconsistencia en la defensa hicieron que el equipo alemán se viera en problemas durante gran parte del encuentro, lo que plantea cuestionamientos sobre la preparación y la concentración del equipo.

Bayern de Múnich logra remontar en el último minuto, pero deja muchos interrogantes

La Bundesliga, en su primera jornada, parece un calco de la temporada pasada. Si el viernes el Bayer Leverkusen venció en el último minuto del añadido, al Bayern de Múnich le tocó remontar y mostrar una versión totalmente gris ante el Wolfsburgo en el estreno de Vincent Kompany (2-3).

Muchas cosas deben cambiar este año para que los bávaros recuperen la dinámica. Pareció que podía ser así en el primer tiempo, con una banda derecha que formaron Boey y Olise (el único de los fichajes que fue titular) sumamente peligrosa. Un once en el que los centrales por los que optó el técnico belga fueron Upamecano y Kim, dejando muchas dudas este segundo.

Empezó ya el surcoreano con una embarcada de película al francés, que se la pasó a Neuer para que se la sacara de encima. Pero es cierto que es de lo poco negativo que depararon esos primeros 45 minutos. Porque el mejor fue el debutante Grabara en la portería del Wolfsburgo, amargando casi todas las llegadas del Bayern de Múnich, especialmente de Gnabry incluso con su rostro, protegido por una máscara al tener una lesión facial.

El juego de los bávaros se desarrollaba por la derecha. En una banda inédita pero que se entendía de maravilla. Boey, que casi no pudo jugar la segunda vuelta del pasado curso por lesión, demostró ser un recurso más que válido para el lateral derecho, lo que permitió a Kimmich dominar la medular. De los pies del francés llegó la asistencia para que Musiala rompiera el empate. Desbordó con potencia y la puso rasa para que el germano rematara a placer (20'). Se las prometía felices el Bayern, dominador y llegador, pero sin concretar todo lo que debiera.

Y que hubiera necesitado. Porque la segunda mitad fue un giro de guion total. Salió el equipo con la mentalidad de la pasada temporada y el resultado fue un desastre. A los dos minutos Majer ya había igualado la contienda con un tanto de penalti. Boey, que estaba siendo de los mejores, derribo a Thiago en el área y el croata engañó a Neuer (47'). Fue protagonista Majer de esos minutos. El palo le privó del segundo instantes después, pero recogió el premio tras un regalo de Kim, que la perdió ante la presión de Wimmer y recibió el regaló para, esta vez sí, hacer que el balón besara la red con Neuer vencido (54').

Colapso total del Bayern de Múnich y avivaron los fantasmas de la era Tuchel. Rígidos, planos y con mucha fragilidad atrás. Musiala buscó la reacción pero entre Grabar y la cruceta lo evitaron. Una ocasión que incentivo a sus compañeros. Era clave empatar pronto y un cabezazo de Kane lo desvió Kaminski, impecable hasta ese momento, para metérsela en propia (65') en el momento en el que Müller ya estaba en el campo con un papel en el pantalón con instrucciones de Kompany.

Tuvieron su efecto. Igual también fue importante que Majer se tuviera que retirar con el pómulo roto por un choque de cabezas con Pavlovic. Dio un paso adelante Kane, que casi marca una obra de arte con la que se redimió Kaminski al tapar, pero que justo después lo rompió con un control para regalarle un pase preciso a Gnabry, que a la cuarta ya pudo superar a Grabara (82').

Aun así, aun tuvo minutos para sufrir el Bayern, que casi no logra mantener la ventaja porque un remate de Svanberg salió rozando el palo. Por suerte no entró y Kompany, con asignaturas pendientes, empezó ganando.