El análisis del Osasuna-Barça, por el Lobo Carrasco: un reflejo doloroso pero instructivo
En el análisis posterior al partido disputado entre el Osasuna y el Barcelona, el Lobo Carrasco, figura emblemática del fútbol español, ofreció una visión crítica y constructiva sobre el desempeño del equipo culé. El resultado final, que dejó al Barça con un amargo sabor de derrota, no fue más que la consecuencia de una serie de errores y decisiones erróneas durante el encuentro. Sin embargo, según Carrasco, este revés puede ser instructivo para el equipo, permitiéndoles identificar y corregir los puntos débiles que les impidieron llevarse la victoria.
Opción 1: Osasuna sorprende a Barça: un análisis doloroso pero instructivo
El partido entre Osasuna y Barcelona fue un partido lleno de sorpresas, pero no precisamente por la alineación inicial de los equipos. El once de Vicente Moreno era predecible, mientras que el de Hansi Flick era un misterio solo conocido por él y su cuerpo técnico.
Oportunidad para Pau Víctor, Sergi Domínguez y Gerard Martín, jugadores que aprovecharon la rotación sin miedo a las edades y un banquillo explosivo para intentar conquistar el octavo lugar.
El partido
El partido comenzó sin grandes oportunidades para ambos equipos. No hubo regate ni profundidad para poner en peligro el trabajo de Iñaki Peña ni de Sergio Herrera. Sin embargo, cada córner, falta o hasta saque de banda es un tormento en el Sadar, una gran advertencia que se cumplió pronto.
Todo empezó a cambiar cuando Osasuna comenzó a cargar su juego en la banda de Juan Cruz y Bryan Zaragoza. Y llegó la condena defensiva para Koundé, que permitió que el extremo local centrase con su pie bueno. El cabezazo inapelable de Budimir en el minuto 18 significó el 1-0 para Osasuna.
No solo eso, Osasuna también logró castigar a la contra. Bryan Zaragoza se plantó hasta Iñaki, hizo una pisada brillante y empujó la pelota para el segundo gol. El Sadar estaba en llamas.
Registro ofensivo pobre
El primer tiempo se fue con lo que no deseaba el barcelonismo, con algunos jugadores del banquillo deseando salir al campo. Para el segundo acto, Flick aprovechó el descanso para alentar al mismo once, pero mantuvo las mismas posiciones.
No me gustó que no hiciera cambios, como pasar a Cubarsí al eje derecho. Eric García era quien mantenía vivo al equipo y Pedri la esperanza de llegar a Lewandowski. Osasuna salía ganador porque no aflojaba la presión, haciendo muy incómodo el fútbol al líder.
Demasiados errores para poder dar la vuelta
El equipo reaccionó con un gol de fortuna aprovechando un doble fallo del meta local. Pau Víctor encontró el premio, pero ni con el 2-1 el equipo rojillo se quedó en su campo. Al contragolpe, pero siempre con la sensación de poder llegar al área blaugrana.
Flick metió a Raphinha y Lamine, y entonces la capacidad intimidatoria azulgrana creció para disgusto de Juan Cruz y el resto de los defensas locales. Olía a empate cuando en otra contra, Sergi Domínguez cometió penalti porque ni lo protestó.
Con el 3-1, el ritmo atacante azulgrana decreció ya con Casadó y Balde dentro. Sólo Lamine mantenía la amenaza para disgusto de Lewandowski también sustituido. Y con el cuarto, Bretones a bote pronto, pareció cerrado el duelo porque ya era el 85’. Otra vez Lamine certificó, con un magnífico zurdazo, que hay titulares, suplentes y veremos qué demuestran los actualmente lesionados.
Al final, un 4-2 doloroso pero aleccionador. Flick seguirá con la hoja de ruta, lo aplaudo, pero ya sabe quiénes son los más fuertes.
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