En el mundo del deporte, especialmente en el ámbito del trail running, se han visto historias de superación y lucha contra la adversidad, pero pocas veces se ha conocido un caso tan inspirador como el de un corredor que superó el cáncer terminal. Este atleta, que había recibido un diagnóstico que parecía sentenciarlo a una muerte segura, decidió no rendirse y, en lugar de eso, se lanzó a una batalla contra el tiempo para superar su enfermedad y alcanzar sus objetivos deportivos. Y así, después de un impresionante viaje de lucha y superación, logró coronarse en la prestigiosa competencia de la HOKA Val d'Aran by UTMB, demostrando que la determinación y la fuerza de voluntad pueden llevar a logros increíbles.
Del tratamiento al triunfo: La historia impactante de un atleta que coronó la HOKA Val d'Aran by UTMB después de superar el cáncer
En el corazón de Vielha, capital de la Val d'Aran, cientos de curiosos se arremolinan esperando la llegada del ganador de la CDH -Camins d'Hèr-, carrera de 110 kilómetros y 6.400 metros de desnivel positivo que comenzó a las 6 de la mañana del viernes. Al fondo del pasillo humano aparece una figura delgada y sonriente. Segundos después sacude con fuerza la campana de meta que da la bienvenida a todos y cada uno de los participantes de la HOKA Val d'Aran by UTMB.
Es Luke Grenfell-Shaw, corredor británico del equipo Brooks Running, un tipo que logró desafiar a los oncólogos y a su propio destino. A los 24 años de edad le diagnosticaron un cáncer incurable: un tumor primario debajo del hombro que terminó extendiéndose a los pulmones. Algo irreversible. «Me dijeron que tenía unos pocos meses para vivir».
Sin demasiadas esperanzas, Luke se sometió entonces a un intenso tratamiento de quimioterapia, y mientras, continuó haciendo deporte para apurar sus opciones de sobrevivir. Incluso completó una media maratón en 1h 20. Tenía ciertas dotes para las carreras de fondo.
Pero aquel maldito verano la vida se empeñó en golpear a Luke con toda su dureza y mientras afrontaba su propia enfermedad recibía la noticia del fallecimiento de su hermano John en trágicas circunstancias: accidente de montaña. Un mazazo que, lejos de terminar de hundirle, quizá sirvió de acicate para cambiar un guión que parecía escrito.
Porque entonces sucedió lo que nadie imaginaba, seguramente ni siquiera el propio Luke: el tratamiento empezó a hacer efecto y el cáncer desapareció.
Tras volver a nacer, el deportista británico cambió su vida. El 1 de enero del 2020 emprendió un viaje en bicicleta sumando más de 30.000 kilómetros y visitando una treintena de países. Su propósito fue reunir donativos para la investigación del cáncer y logró superar la cifra de las 130.000 libras esterlinas. Comenzó su aventura en Bristol y terminó en Pekín. Entre medias convivió con las dificultades de la pandemia y compartió su experiencia con docenas de supervivientes de cáncer.
Hoy día Luke Grenfell-Shaw es uno de los mejores corredores británicos de ultramaratón, como demostró este viernes venciendo con autoridad en la CDH. Su crono de 12 horas y 5 minutos sirvió para alcanzar un triunfo por el que también peleaban otros atletas de gran currículum como Andreu Simón -quien sufrió una aparatosa caída con brecha incluida en la cabeza- o el sudafricano Ryan Sandes.
Emocionado tras llegar a la línea de meta, en el corazón de Vielha, su discurso lograba estremecer a todos los presentes. Con toda seguridad, nadie merecía esta victoria más que Luke, justo el día en el que se cumplían 6 años del fallecimiento de su hermano.
Podio masculino de la CDH, carrera de 110 km de la Val d'Aran
VDA
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