En el marco de la vigésima jornada de la Liga Española, se vivió un partido emocionante entre el Girona y el Barcelona en el estadio Montilivi. En este sentido, Juan Carlos Lobo Carrasco, exfutbolista y reconocido analista deportivo, nos trae su análisis detallado del encuentro, desmenuzando cada detalle de la estrategia de ambos equipos y ofreciendo una visión profunda de los momentos clave del partido.
Con su experiencia y conocimiento del fútbol, Lobo Carrasco nos muestra cómo el Girona intentó sorprender al Barcelona con un sistema defensivo sólido, mientras que el equipo catalán buscaba encontrar la forma de romper la resistencia del rival. No te pierdas este análisis detallado, que te llevará al corazón del partido y te permitirá entender cómo se desarrolló esta emocionante contienda.
Barça imponía su ley en Girona: presión alta y golpes certeros
El partido era para valientes, pero el único equipo que no dio opción atacante al adversario fue el Barça. Ante un once como el de Míchel con Bryan Gil, Tsygankov, Danjuma, Abel Ruiz e Iván Martín, este último en medio campo, minimizar el buen fútbol local era vital para los blaugrana.
Ya desde el primer minuto, todo el fútbol del encuentro estaba condicionado por el poder de la presión alta sostenida por el equipo de Hansi Flick. Duelos en campo local y primera media hora con el Girona muy enjaulado aunque salvando los intereses de Gazzaniga. Jugaban Casadó y Pedri mientras Olmo, Raphinha y Lamine buscaban su momento.
El gol que cambió el partido
Mucha presión blaugrana ganadora pero sin centros con precisión para Lewandowski hasta que llegó el gran error de David López ante Lamine. Resultado, 0-1 para el Barça en el 31’ con robo y zurdazo virtuoso imposible para el meta argentino. Y lo peor, para el Girona, no aflojó el Barça.
Suma colectiva y genialidad
Desatascó el numerador Lamine y lo empeoró para el conjunto local. Siete minutos después del primer gol, cazó un rechace y puso la pelota donde Messi la dejó trescientas cincuenta y tres veces. Con naturalidad, sin estrés. Como si estuviera entrenando.
El Barça sacaba doble provecho individual con Lamine, pero el trabajo colectivo del equipo estaba siempre por encima de todo y de todos. Desde Ter Stegen a Lewandowski, presión y pelota eran las constantes.
Bombazo y honor local
El segundo acto comenzó con el Girona queriendo meter las líneas y, sobre todo, a Iván Martín y Solís, en campo azulgrana, pero tampoco pudieron. Míchel tenía mucha artillería sobre el césped, pero la pólvora, el juego, no llegaba arriba.
A los 2’ minutos del reinicio, el partido se acabó cuando Dani Olmo propinó un derechazo espectacular ante Gazzaniga.
Continuidad blaugrana
Cambios para el valiente técnico local, mismo guion de partido. Ahí, con el tercer gol en la mente, tampoco aflojó el Barça. Flick también acudió al banquillo mientras el equipo seguía jugando y presionando en campo gironí. Seguía oliendo a gol, mucho a Lewandowski, pero el goleador polaco no hizo el cuarto.
Lo facturó Pedri regateando a Gazzaniga y se lo presentó Casadó filtrando un pase interno de matrícula. Con 0-4 y casi media hora para el final, el Girona fue a campo blaugrana, ¡por fin!, y Stuani salvó el honor.
Pero ni con diez, Ferran expulsado, el Barça se quedó atrás. El líder presiona a todos.
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