Alopecia androgénica: ¿Hay esperanza de tratamiento efectivo?

La alopecia androgénica, también conocida como calvicie masculina, es un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo. Esta condición se caracteriza por la pérdida progresiva de cabello en la parte superior de la cabeza, lo que puede generar inseguridad y baja autoestima en aquellos que la padecen. A pesar de que la alopecia androgénica es una condición común, muchos de los tratamientos actuales no son siempre efectivos y pueden tener efectos secundarios indeseables. Sin embargo, en los últimos años se han producido avances significativos en la investigación de nuevos tratamientos para esta condición. En este artículo, exploraremos las últimas tendencias y opciones terapéuticas para la alopecia androgénica, y analizaremos si hay realmente esperanza de tratamiento efectivo.

¿Qué esperanza hay para tratar la alopecia androgénica, una de las causas de calvicie más común?

Según un estudio realizado por Medihair, España es el segundo país con más personas calvas. Una de las causas más potentes de pérdida de pelo, sobre todo en los hombres, es la alopecia androgénica. Ésta, en realidad, es la más común de las calvicies.

Descubre los tratamientos efectivos para frenar la alopecia androgénica en hombres y mujeres

La alopecia androgénica se inicia en la coronilla y la frente, y por lo general, se genera cuando la hormona sexual masculina, testosterona, se convierte en dihidrotestosterona (DHT), provocando que disminuya el flujo de la sangre hacia los folículos capilares, lo cual debilita el pelo y hace que se caiga.

Ocho de cada 10 hombres sufren de alopecia androgénica, el tipo de calvicie más común de origen genético. Para saber qué es lo más efectivo para tratar la alopecia androgénica, es fundamental analizar cada caso en particular para saber cómo actuar.

Tratamientos efectivos para la alopecia androgénica

A partir de este diagnóstico, un especialista en salud capilar puede sugerir algunos de estos tratamientos eficaces para la calvicie:

Terapia con medicamentos: Existem dos fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para tratar la alopecia androgénica. Estos son la finasterida y el minoxidil.

Mesoterapia capilar: La mesoterapia capilar consiste en elaborar fórmulas específicas según el grado y tipo de alopecia o proceso de caída. Estas se aplican a través de microinyecciones, y sirven para aumentar el crecimiento del cabello y favorecer la salud del cuero cabelludo.

Láser capilar: Este método utiliza un dispositivo de láser para potenciar las células capilares y estimular el flujo de la sangre en el cuero cabelludo. Gracias a ello, mejora la nutrición de los folículos pilosos.

Plasma rico en plaquetas (PRP): Este tratamiento consiste en tomar plasma de la propia sangre venosa del paciente que luego se procesa para obtener el concentrado de plaquetas. Es eficaz para tratar la alopecia androgénica, ya que le brinda al cuero cabelludo nutrición y oxigenación, y detener la caída del cabello.

Trasplante capilar: El trasplante capilar es un método efectivo y confiable para tratar la alopecia androgénica tanto en hombres como en mujeres. El tratamiento puede durar unos 25 años, garantizando un crecimiento folicular de, al menos, 20 años.

La búsqueda de cura para la alopecia androgénica: ¿qué opciones hay y qué funcionan?

Todos los tratamientos presentados son efectivos para tratar la alopecia androgénica. Ahora bien, si te preguntan si tiene cura, la respuesta es que al menos, por ahora, existen métodos para frenar su progresión, pero es difícil solucionar el problema, aunque la terapia con medicamentos cuenta con la aprobación de la FDA.

Entonces, por el momento, la única forma de recuperar tu cabello, si para ti es un problema, es mediante el trasplante capilar. En ese caso, deberás tener en cuenta que presumir tu melena puede ser algo costoso. El precio de un implante de cabello en España puede oscilar entre 1800 euros y los 8000 euros.

Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.

Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico.