Alemania gana con fuerza en semifinales y espera a España en el partido por el título

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Alemania gana con fuerza en semifinales y espera a España en el partido por el título

En un partido emocionante y lleno de acción, Alemania se impuso con contundencia en las semifinales del campeonato, demostrando su gran nivel y determinación para alcanzar el título. Con una fuerza arrolladora, los germanos superaron a su rival y aseguraron su paso a la final del torneo. Ahora, el seleccionado alemán se enfrentará a España en el partido decisivo, en lo que promete ser un choque de titanes. La expectación es máxima y los aficionados de ambos países están ansiosos por ver quién se coronará campeón.

Alemania da un golpe de autoridad y se coloca en la final contra España

Alemania dio un golpe de autoridad en un partido eléctrico y tenso hasta más no poder para colarse en cuartos de final, donde espera a España con un aviso serio. Dinamarca, que hizo un gran primer tiempo, intentó poner resistencia pero aguantó hasta que Havertz puso el primero en el marcador (2-0).

Un primer tiempo de muchos quilates

Un primer tiempo de muchos quilates

El primer tiempo fue de muchos quilates. Solo faltaron los goles, porque la intensidad de las acciones y las ocasiones no faltaron, además de una buena tormenta eléctrica que paró el duelo durante casi media hora. Ya los onces fueron declaraciones de intenciones. Nagelsmann sentó a Wirtz para dar entrada a la velocidad de Sané y añadiendo a Raum en el lateral derecho. Lo mismo hizo Hjulmand, quien confirmó la apuesta por Delaney en medio campo y dejó en el banquillo a Wind para meter a Skov Olsen cerca de Eriksen.

Alemania empezó como un tiro

Alemania empezó como un tiro

Alemania empezó como un tiro. Recordó a la del debut ante Hungría y si se sostuvo Dinamarca fue por el buen hacer de Schmeichel, que sacó manos brillantes, especialmente una a Kimmich. Llegó a cantar un gol en la primera, en un saque de esquina en el que Kimmich cometió falta sobre Skov Olsen, el marcador de Schlotterbeck, que hizo un master en remates de cabeza en área danesa.

La resistencia danesa

La resistencia danesa

Era resistir o morir, y logró lo primero el cuadro de Hjulmand. Con mucho mérito, porque no cualquiera hubiera soportado las incesantes acometidas germanas, con un Signal Iduna Park que rugía al compás. Pasados 20 minutos, el duelo se empezó a equilibrar e incluso ganó protagonismo Dinamarca mediante Eriksen y Hojlund, activo en el juego de espaldas y peleón, algo que se había echado en falta hasta el momento.

La tormenta eléctrica

Maehle tuvo la primera clara, pero desafortunadamente no pudo durar demasiado el buen momento danés porque una tormenta eléctrica obligó a parar el partido cerca de media hora, con ríos de agua cayendo por las esquinas del Signal Iduna Park.

El partido se reanuda

Cuando capeó el temporal, el partido fue un calco de la primera etapa. Alemania recuperó momentáneamente su versión demoledora pero Schmeichel también estaba a la altura sacando una volea de Havertz. Y sí, llegó también la réplica de Dinamarca. Fue en dos de Hojlund muy claras.

El gol de Havertz

Estaba el partido igualado en casi todo, pero a Dinamarca le faltaba que le anularan un tanto. Y así fue, Andersen marcó en una jugada que Alemania no supo despejar, pero por un centímetro Delaney estaba en fuera de juego tal y como confirmó el VAR. Pero eso no fue lo peor, el fútbol es imprevisible y el castigo fue doble para los daneses y en especial para su defensa derecho, que cometió penalti. No lo vio tampoco Michael Oliver, pero fue llamado por sus colegas al ver el monitor, que reflejó como el centro de Raum pegaba en la mano de Andersen. Desde los once metros tomó la responsabilidad Havertz, que hizo bien en ajustarla porque sino hubiera llegado Schmeichel (53’).

El segundo gol alemán

Y el castigo pudo ser doble, porque el del Arsenal tuvo de inmediato un mano a mano, pero su picadita se fue rozando el palo mientras Sané reclamaba penalti y expulsión tras caer en el área, pero Oliver dio la ventaja. Dejó pasar Alemania oportunidades de matar el partido. Dinamarca avanzó líneas y dejó un hueco inmenso en la espalda que leyeron bien los de Nagelsmann. Los dos últimos protagonistas la volvieron a tener, pero el regalo de Havertz lo desaprovechó Sané tirando incomprensiblemente fuera justo antes de que se moviera el banquillo de la Mannschaft retirándose Gündogan y Andrich por Can y Füllkrug, lo que hizo retrasar su posición al autor del único tanto.

El tercer gol

Jugar con fuego quema, y las advertencias no le sirvieron a Hjulmand para que retocara nada, y no estaban los anfitriones como para perdonar. Schlotterbeck metió un pase de quarterback a la carrera de Musiala y este, como hacen los cracks, puso el tanto de la tranquilidad tras dudar Schmeichel en la salida (68’).

La fiesta en el Signal Iduna Park

Se sacudió los nervios el Signal Iduna Park y la fiesta llegó a las gradas. También el miedo, porque antes de que anotara el del Bayern, Hojlund dio un serio aviso. Fue el último de Dinamarca, porque decidió Alemania de forma inteligente contemporizar y bajar las pulsaciones al partido, pero sin renunciar a las espaldas de la línea de tres.

La victoria alemana

Acabó venciendo Alemania, que despidió a su héroe Musiala con una ovación de época y casi canta el tercero con Wirtz, también anulado, mostrando que también sabe jugar de forma conservadora y al contragolpe, algo que puede necesitar si finalmente se encuentra a España en cuartos de final.

Manuel Torres

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