Aficionados del Real Madrid, en estado de alerta: 'Vamos a reclamar explicaciones en la Junta de Accionistas'
La tensión en el ambiente merengue es palpable. Los aficionados del Real Madrid se encuentran en estado de alerta tras las últimas decisiones del club, que han generado un gran malestar entre la hinchada. Ante esta situación, un grupo de seguidores ha decidido tomar cartas en el asunto y volver a reclamar explicaciones a los responsables del equipo en la próxima Junta de Accionistas. La cita es inminente y los aficionados no tienen intención de dejar pasar la oportunidad de pedir cuentas a los dirigentes del club.
Aficionados del Real Madrid, en estado de alerta: Vamos a reclamar explicaciones en la Junta de Accionistas
Los principales damnificados por los lamentables incidentes sucedidos en Anoeta son, evidentemente, los aficionados de la Real Sociedad. Sobre todo los que estaban cerca de la zona visitante, que pudieron ser agredidos, que algunos sufrieron riesgo de verdad para su salud y que otros tuvieron que reubicarse rápidamente o incluso marcharse a casa porque sus niños estaban asustados o llorando.
Uno de los aficionados ubicados al lado de la zona visitante fue Andoni Otxotorena, quien cuenta a MD lo que vio: Me siento un poquito a la izquierda, estábamos viendo el partido tranquilamente y de repente se vio como unos empezaron a gritar, miré para allí y ya se ve que la gente empezó a esparcirse en las gradas, empezaron a levantarse de sus sitios y a irse. En ese momento se veían volar cosas pero claro, no veía y luego leí que eran los trozos de plástico. La gente estuvo apartada como 10-15 minutos, el resto de Anoeta empezó a abuchear, a gritar, a levantarse, a increparles, pero ellos siguieron a su bola. Pocos luego se sentaron en su asiento y en la zona. Al rato de pasar eso, apareció la Ertzaintza para el minuto 35 o así y ahí ya se calmaron y no hubo ninguna movida más, dijo.
La seguridad no quiso parar el partido
Uno de los más cabreados es Peio Godoy, quien confirma a MD que va a pedir explicaciones en la próxima Junta de Accionistas, además de contarnos que se le quitan las ganas de ir al fútbol porque ya no está disfrutando.
La gente se está pensando mucho si merece la pena estar en Europa para ver estas situaciones. Creemos que la seguridad debería estar ahí con los ultras a los costados o cambiarlos de ubicación y verdaderamente es una pena terrible que tengas que ir a un campo de fútbol y tengas más que mirar por tu seguridad que por disfrutar del fútbol. De hecho, los dos primeros goles, los dos que metieron el Anderlecht, ni los vimos. O sea, fíjate, estamos mirando más para arriba que lo que es al campo. Y luego, evidentemente, como socio accionista y aficionado de la Real, nos vamos a juntar un grupo de gente y vamos a pedir explicaciones en la Junta de Accionistas sobre esto y sobre el pelotazo que le pegaron a Amaya en los aledaños antes del partido contra el PSG. La no denuncia, o como quieras llamar, la condena de esos actos por parte de la Real y más. La verdad es que es muy decepcionante todo. Ya lo del partido es lo de menos. Me da igual perder 20-0 que ganar 1-0 porque lo importante es disfrutar del fútbol y no estamos disfrutando, explicó.
Godoy detalló la situación vivida y explicó que los propios realistas echaron sillas al campo porque veían que no se paraba el partido, y echa la culpa a la seguridad del estadio, con la que reconoce que se encaró. Estamos justo debajo de la grada de los ultras, cubiertos por el techo. Estamos a cinco metros de donde cayeron los objetos. Empezaron primero a tirar trozos de cristales, la gente se apartó y luego empezaron a tirar sillas enteras, trozos de silla. Había niños llorando, había mucha gente corriendo para uno y para otro lado. A alguno ví que le pegaron restos en la cabeza y la gente, como no paraban el partido, pues empezó a tirar las sillas al campo. El partido no lo pararon, tendrían que haber parado el partido y los guardas de seguridad en vez de hacer su trabajo entraban dentro del campo, sobre todo uno de los jefes, e iban retirando los trozos de plástico para que no pararan el partido. Nosotros teníamos un chaval ahí al lado y después de ver los incidentes pues es que ni habló. Estaba completamente asustado, igual que la gente. La gente empezó a recriminar a los guardas de seguridad que pararan el partido, no lo pararon y la gente se tuvo que apartar porque le caían las sillas encima, le caían los trozos de metacrilato y ahí nadie hacía nada. Entonces yo y otro, entre ellos, nos encaramos mucho con los guardas de seguridad para que hicieran su trabajo. Situación muy desagradable, detalló.
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