En el Barcelona elogian los hábitos de un madrugador Flick

En el Barcelona elogian los hábitos de un madrugador Flick

En el mundo del fútbol, la disciplina y la dedicación son fundamentales para alcanzar el éxito. Un claro ejemplo de esto es el entrenador alemán Hansi Flick, quien ha generado un gran impacto en el FC Barcelona con sus hábitos de madrugador. Desde su llegada al club, Flick ha implementado un régimen de entrenamiento intensivo y exhaustivo, que ha llevado a los jugadores a levantarse temprano para realizar sesiones de entrenamiento adicionales. Esta nueva dinámica ha sido recibida con entusiasmo por los jugadores y el cuerpo técnico, quienes destacan la profesionalidad y dedicación del entrenador alemán.

Hansi Flick, el madrugador que hace notar su presencia en el Barcelona con sus hábitos de trabajo

El 29 de mayo, el Barça anunció la contratación por dos temporadas de Hansi Flick. Cuatro meses después, el presidente Joan Laporta, su principal valedor, elogió públicamente su profesionalidad y dedicación. No eran unas palabras gratuitas o diplomáticas.

En efecto, Pedri las enfatizó después reconociendo que trabajamos mucho más, mucho más duro, y eso se nota en los partidos. Precisamente trabajo le exige el mandamás azulgrana y el técnico, de 59 años, se aplica, por carácter y convicción, hasta límites insospechados.

Fuentes del club destacan su incansable cultura del esfuerzo y desvelan que incluso ha habido algunos días que ha llegado a la Ciutat Esportiva sobre las seis de la mañana. No regresa a su domicilio –ahora ya no vive en un hotel– hasta las seis de la tarde, poco antes de su temprana cena. Le gusta tener todo controlado y para eso necesita tiempo.

Tiempo para planificar y cuidar todos los detalles con su staff, atender a los jugadores del primer equipo y también visionar los vídeos del Barça Atlètic y del Juvenil y echar un vistazo a los informes que sus ayudantes le hacen llegar.

Revisiones individualizadas

Dedica horas a la atención personalizada de los futbolistas, con quienes comparte sesiones de vídeo para tratar de afinar su puesta a punto. Da igual demarcación o galones, si es veterano o un canterano recién aterrizado en el vestuario. A todos trata de aleccionarlos.

Es algo que aprendió cuando visitó a Pep Guardiola en Manchester. Está tan pendiente de la comida, de la nutrición de sus jugadores, como de la enfermería, del estado del césped y los campos donde se entrena o de los horarios de los partidos de las categorías inferiores.

Su agenda es siempre apretada y su presencia en el palco del Johan Cruyff no será de manera ocasional. En el Barça aseguran que el entorno no le inquieta, aunque en Alemania hay quien le advirtió que en ocasiones no es fácil de asimilar.

Por carácter, Flick es positivo y a la vez esconde un lado rudo y germano. Cuentan que el trato del técnico es exquisito y no solo con la plantilla. Los trabajadores del club destacan su corrección y educación.

En Alemania hablan de algún arrebato ocasional. Quienes le conocen bien aseguran que cuando regentaba una tienda propia antes de profesionalizarse como técnico ya se volcaba con su trabajo con la misma intensidad que aquí.