No encontró el equilibrio: El juez (verdugo) de Xavi (Otra posible opción: El dictador del mediocampo: Xavi encuentra su verdugo en la liga)

No encontró el equilibrio: El juez (verdugo) de Xavi
(Otra posible opción: El dictador del mediocampo: Xavi encuentra su verdugo en la liga)

El mundo del fútbol se ha conmocionado con la noticia de la derrota del equipo dirigido por el legendario Xavi, quien no logró encontrar el equilibrio en el campo y cayó ante un rival que le puso en jaque desde el inicio. La influencia de Xavi en el mediocampo no fue suficiente para revertir el marcador y su equipo se vio superado en varios aspectos del juego. ¿Quién es el juez o verdugo que ha puesto fin a la racha invicta de Xavi? En este artículo, analizaremos los detalles de este encuentro y las razones detrás de esta derrota inesperada.

Xavi, el juez que se convirtió en verdugo: El Girona lo apeó del banquillo

Para la gran mayoría de culés, el Girona se ha convertido en su segundo equipo, hasta el punto de celebrar sus victorias con idéntica pasión como si fuera una del Barça. Sin embargo, el problema surge cuando ambos equipos se enfrentan en un mismo partido, como el de este día en Montilivi, donde se ha colgado el cartel de todo vendido.

El narrador de los partidos de los 'gironins', Eduard Solà, acompañó el relato de los goles del equipo de Míchel con su intransferible Patapam!!!. Solà se hizo mayor siguiendo a los blanquirrojos por las divisiones inferiores del fútbol español, deseando que algún día se hiciera realidad el sueño de poder codearse con los de Primera y ser capaces de ganar en el Bernabéu o el mismo Camp Nou.

El cambio radical

Mientras esto no sucedía, Solà tenía como equipo preferido al Barça y celebraba las gestas de los blaugrana como propias. Pero, claro, esto ha cambiado de manera radical y el Girona ya no es tan simpático para los barcelonistas y este año pueden llegar a ser contrincantes en la Champions. ¿Se lo imaginan? Pues que se lo pregunten a Xavi Hernández, que vio como aquel equipo que despertaba tantas simpatías se convertía en el verdugo que lo apeó del banquillo del Barça.

No habían pasado ni cuatro días de la famosa reunión del 'sushi', en que en la casa de Laporta no paraban de llegar decenas de bandejas de comida japonesa. Y entre makis y nigiris, Xavi consiguió ablandar el corazón de Jan para convencerlo de hacer marcha atrás en la ejecución de la dimisión en diferido a la que se habían convenido presidente y entrenador, para anestesiar los efectos de encajar una dolorosa derrota por 3-5 contra el Villarreal en Montjuïc.

La sorprendente caída en desgracia

Con el anuncio de la continuidad del míster y su endogámico staff todavía caliente, el Barça fue vapuleado en su visita al feudo del Girona, donde en una última media hora de vértigo los de Michel remontaron un marcador adverso, para dejar en 4-2 el resultado final. Para bochorno de la cúpula directiva blaugrana, que en pleno palco de Montilivi empezó a tomar cuerpo la idea de desdecirse del compromiso de renovación con una de las figuras más relevantes de la historia del club.

Fue tal el enojo por ver que el modesto rival te pintaba la cara por segunda vez por idéntico resultado que en la primera vuelta, que de bien poco sirvieron los ruegos del vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, que se mantuvo hasta el último momento partidario de mantener a Xavi, mientras sus detractores, Deco y Enric Masip, críticos por la condescendencia de los métodos de trabajo que se empleaba en los entrenamientos, se iban cargando de razones.

Viendo peligrar la segunda posición en la Liga, ni Alejandro Echevarría pudo ejercer sus máximas influencias hacia su excuñado, Laporta, para que no cambiase de opinión, como si se tratase de un ataque de la tramontana. Hasta que, después de varios días de incertidumbre, de verse ninguneado de manera injusta, por tratarse de una leyenda, Xavi recibió la visita en su despacho de la Ciutat Esportiva del presidente, que, haciendo de tripas corazón, le intentaba razonar la marcha atrás en su continuidad a final de temporada.

El regreso al lugar del crimen

En cuestión de poco menos de cinco meses, Girona y Barça regresan al lugar del crimen. Las circunstancias han cambiado, porque los barcelonistas son líderes invictos, mientras que los locales vuelven a reinventarse tras el éxodo de la mitad del equipo que se clasificó para la Champions. Aunque lo más chocante de la situación es que el nuevo entrenador, el alemán Flick, tiene que ser el encargado de redimir la figura de Xavi, maltrecha por muchos de los que lo encumbraron a lo más alto del corrosivo banquillo del Camp Nou, sin mayor experiencia que su aprendizaje insuficiente en Qatar.

Una papeleta más para solventar para el bueno de Hansi, todo un ejemplo de integración. Capaz de formar parte de la comitiva institucional del Barça del Onze de Setembre en la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, algo que nunca se les vio hacer a ninguno de sus ilustres antecesores, que se llenaron la boca de airear su barcelonismo.