Imanol apostó por el '22' para relevar al '8'
En un movimiento que ha generado gran expectación en el mundo del fútbol, Imanol, entrenador del equipo, ha decidido apostar por el dorsal '22' para relevar al hasta ahora titular '8'. Esta elección ha sido objeto de análisis y debate entre expertos y aficionados, quienes se preguntan qué motivó esta decisión y qué implicaciones tendrá en el desempeño del equipo en el campo. La opción por el dorsal '22' supone un cambio radical en la estrategia del entrenador, que busca revitalizar el juego del equipo y encontrar una nueva dinámica en el campo.
Turrientes, el nuevo relevo de Merino en el once
Imanol sigue buscando un reemplazo para Merino, no para el jugador como tal, sino alguien que ocupe la misma posición que el navarro cuando aún defendía la elástica txuri urdin. No es una tarea sencilla, pero de momento es el '22' el candidato número uno a entrar en el once.
De hecho, ya lo está haciendo: juegó ayer de inicio en detrimento de Sucic, siendo el escudero de Brais y Zubimendi en la medular. Los dos mil minutos que acumuló en las piernas la temporada pasada no fueron cosa del azar, por lo que Imanol apostó por dar continuidad al de Beasain.
Es un jugador que nada, o poco, tiene que ver con Merino. Lo sabe él y lo sabe Imanol. Algo que provoca que esta Real no sea la misma que la de años anteriores.
Beñat se incrustó detrás de los cuatro centrocampistas del Espanyol, que con una mirada vigilaban al realista. Intentaba escabullirse de la presión alta de los pericos esperando en zonas intermedias, para después aparecer. Trató de ser indetectable, aunque le faltó espacio para explotar una de sus mejores virtudes: la conducción con la que rompe líneas.
Alternó de vez en cuando el rol de pivote con Zubimendi, quien se atrevía a salir de zona para avanzar. Turrientes, a su vez, se mantenía atento ante los posibles espacios que dejaba el '4'. Gozó de una buena ocasión a la media hora de partido, en un disparo desde dentro del área que se marchó alto.
Estuvo activo en todo momento, pese a que a veces pedía calma a sus compañeros. Eso sí, el jugar en una zona tan adelantada complicaba el retorno en las pérdidas, exigiendo al beasaindarra un esfuerzo físico que acabó pasando factura.
Eso sí, no dudó en lanzarse al suelo cuando era necesario, hasta dentro del área. Mientras que Merino siempre se ha exhibido en el juego aéreo, 'Turri' disfruta del fútbol cuando el balón pisa tierra. Sus cambios de orientación ayudaron a desordenar la zaga local pese a la poca inspiración de los rivales, y se le vio confiado en sus cualidades.
Nada nuevo, ya que la 23-24 supuso un paso de gigante en su carrera por hacerse un hueco entre los 16 'elegibles' de la plantilla.
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Redacción
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