La Vuelta introduce la tarjeta amarilla: una nueva sanción para garantizar la seguridad en el pelotón
A principios del pasado mes de junio, la Unión Ciclista Internacional (UCI) aprobó una serie de medidas encaminadas a garantizar y mejorar la seguridad de los ciclistas en el congreso realizado en su sede en Aigle (Suiza). De todas las nuevas medidas que se adoptaron, sin duda la que más llamó la atención es la de la entrada en vigor de las tarjetas amarillas.
Esta medida innovadora se inspira en el modelo del fútbol, donde se utiliza para sancionar las acciones del juego que el colegiado considera fuera de lugar. Sin embargo, a diferencia del fútbol, a los ciclistas, o a las personas de la caravana ciclista que pongan en práctica alguna conducta sancionable, no se les mostrarán las tarjetas amarillas en el transcurso de una etapa, sino que se reflejarán después en el comunicado posterior a cada jornada.
La seguridad es el elemento más importante
La seguridad es el elemento más importante que tenemos en este momento en las carreras ciclistas, que tenemos que tratar de introducir medidas que favorezcan esa seguridad. Por tanto, bienvenidas sean todas las medidas aprobadas por la UCI destacó Javier Guillén, director general de La Vuelta.
La UCI busca probar la implantación de estas medidas en las carreras esta temporada, antes de su entrada en vigor con todas las de la ley a partir del 1 de enero de 2025, con las modificaciones, en el caso que las hubiera, que los test realizados esta temporada les sugiera.
Funcionamiento de las tarjetas amarillas
Las tarjetas amarillas se podrán mostrar a un ciclista, al conductor de una moto de TV, al director de un equipo o a un auxiliar. Si se muestran dos veces a la persona, será descalificado de la carrera en cuestión y no podrá ejercer su profesión a lo largo de siete días. En el caso de mostrar tres tarjetas amarillas en un margen de 30 días, será suspendido por un período de 14 días.
Es importante destacar que estas medidas sancionadoras no se aplicarán en La Vuelta, solo se probarán, pensando ya en su implantación la próxima temporada.
La UCI y La Vuelta buscan garantizar la seguridad de los ciclistas y de todos los involucrados en las carreras, y estas medidas innovadoras son un paso importante en esa dirección.
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